Digital Extremadura
Comparte en redes sociales

Hay un gato negro en cada vida que espera el momento, silencioso, de cruzarse
intempestivo ante unos ojos abiertos.

Un mar de incertidumbres que derrama su sal sobre el
mantel de cualquier banquete futuro.

Y, por si fuera poco, una escalera abierta entre dos
abismos que no podemos eludir en un hipotético avance.

Ahora bien, nadie puede obligarte a que te pongas unos
pantalones amarillos.


Comparte en redes sociales

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *