Felipe VI: «Comienza una monarquía renovada para un tiempo nuevo»

«Comparezco hoy ante las Cortes Generales para ser proclamado Rey de España. Cumplido ese deber constitucional quiero expresar el reconocimiento y el respeto de la Corona a estas cámaras, depositarias de la soberanía nacional.

Inicio mi reinado con una profunda emoción, consciente de la responsabilidad. Sin la participación de las personas no puede entenderse el curso de la humanidad, una gran Nación a la que quiero y admiro. Ante todos los españoles quiero rendir un homenaje de gratitud y respeto hacia mi padre, el Rey Juan Carlos I. Un reinado excepcional pasa hoy a formar parte de nuestra historia. Hace casi 40 años el Rey manifestó que quería ser rey de todos los españoles y lo ha sido. Han sido los mejores años de nuestra historia contemporánea. Abrió el camino a la democracia, al entendimiento de los españoles y a su camino hacia la libertad. Se consiguió la reconciliación de los españoles, reconocer la pluralidad de España y lograr su lugar en el mundo. Quiero agradecer toda la vida de trabajo de mi madre, la Reina Sofía, impecable al servicio de los españoles. Su dignidad y sentido de la responsabilidad es un ejemplo que merece ser reconocidos. Juntos los Reyes se han entregado a España. Espero seguir contando con su experiencia, su apoyo y su cariño. A lo largo de mi vida como Príncipe de Asturias mi fidelidad a la Constitución ha sido permanente. Debo mucho a mis maestros y profesores. En esos valores de libertad, responsabilidad y tolerancia educaremos la Reina y yo a mis hijas la Princesa de Asturias y la infanta Sofía.

Hoy puedo afirmar ante estas cámaras que empieza el reinado de un rey constitucional. Es un rey que debe atenerse a las funciones que constitucionalmente le han sido asignadas. Sabré hacer honor al juramento que acabo de pronunciar. Encontrarán en mi a un jefe de Estado leal, dispuesto a escuchar, a advertir, a aconsejar y a defender siempre los intereses generales. En la celebración de este acto se une mi convicción personal de que la monarquía parlamentaria debe servir a España. Las exigencias de la Corona no se agotan en el cumplimiento de sus funciones constitucionales: debemos estar abiertos y comprometidos con la sociedad a la que sirve. Debe compartir y sentir como propios los éxitos y fracasos de los ciudadanos. Debe buscar la cercanía con ellos y velar por la diginidad de la institución. Observar una conducta íntegra, honesta y transparente. Solo de esa manera se hará acreedora de la autoridad moral para el cumplimiento de sus funciones. El Rey tiene que ser no solo un referente sino un servidor de todos los ciudadanos. Es una monarquía renovada para un tiempo nuevo. Hoy es un día en el que si miraráramos hacia el pasado me gustaría que lo hiciéramos sin nostalgia, con espíritu de superación. En esa mirada deben estar siempre presentes todos aquellos que víctimas de la violencia terrorista perdieron su vida para defender su libertad. Su recuerdo permanecerá en nuestra memoria y corazón. La victoria del estado de derecho será el mejor reconocimiento a la dignidad que merecen. Quiero transmitir también mi cercanía y solidaridad a aquellos ciudadanos a los que la crisis ha golpeado duramente. Tenemos el deber moral para revertir esta situación y la obligación de transmitir un mensaje de esperanza, especialmente entre los más jóvenes.

Hoy es un día en el que me gustaría que miráramos hacia adelante, hacia el futuro, hacia la España renovada. Hemos vivido en democracia superando tiempos de dificultad. Es un deber con las generaciones más jóvenes mejorar nuestro legado y acrecentar el patrimonio de libertad. Todo tiempo político tiene sus propios retos y toda obra política es una tarea inacabada. Los hombres de mi generación aspiramos a revitalizar las instituciones y a fortalecer nuestra cultura democrática. Aspiramos a una España en el que se puedan alcanzar acuerdos entre las fuerzas políticas. Sus ciudadanos y preocupaciones deben ser el eje de la acción política. Deseamos una España en el que no se rompan nunca los puentes del entendimiento. En ese marco de esperanza reafirmo como rey mi fe en la unidad de España en la que la Corona es símbolo. La diversidad nace de nuestra historia. En España han convivido tradiciones y culturas diversas y esa suma e interrelacción tiene su mejor expresión en el concierto de las lenguas. En la España unida y diversa cabemos todos, caben todos los sentimientos y sensibilidades, todas las formas de sentirse español. Esa convivencia la debemos revitalizar cada día. Debemos hacerlo con el afecto sincero, con la amistad. Un nuevo siglo que ha nacido bajo el signo del cambio y de la transformación.

Afrontar los retos y dar respuesta requieren el consenso de todos. El bienestar de nuestros ciudadanos nos exige situar a España en el siglo XXI. Tenemos ante nosotros un gran desafío: impulsar las ciencias y la investigación, fomentar la innovación. Todo ello es imprescindible para asegurar el progreso y la modernización de España. El siglo XXI, el siglo también del medio ambiente, y el de afianzar el papel de la mujer y la paz y colaboración internacional. Hoy España es Europa y nuestro deber es ayudar a construir una Europa fuerte y solidaria. Con los países iberoamericanos nos une la historia y lazos muy intensos de hermandad. Nos une también nuestra lengua y cultura compartidas. Es un activo de inmenso valor que debemos potenciar. Finalmente nuestros vínculos con el Mediterráneo, Oriente Medio y los países árabes nos permiten colaborar en una zona estratégica de gran relevancia.

Con mis palabras de hoy he querido cumplir el deber que siento de transmitir al pueblo español mis sentimientos, convicciones y compromisos con la España con la que me identifico, quiero y aspiro. Quiero recibir una monarquía renovada para un tiempo nuevo. Agradezco a los españoles el apoyo y cariño que siempre he recibido. Mi esperanza es en una España madura. Tenemos un gran país, somos una gran Nación. Me siento orgulloso de los españoles y nada me honraría más que con mi trabajo y esfuerzo los españoles se sintieran orgullosos de su nuevo rey».