Digital Extremadura

PUNTO Y SEGUIDO

OPINIÓN
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“Yo me siento orgulloso de los españoles y nada me honraría más que, con mi trabajo y esfuerzo de cada día, los españoles pudieran sentirse orgullosos de su nuevo Rey” Así terminó su intervención ante las Cortes el nuevo Rey de España Felipe VI, evidencia clara de que el nuevo Rey con sinceridad y modestia, determina su voluntad y espíritu de servicio a los españoles, algo que desde temprana edad aprendió, y no con pocos sacrificios.

 

 

  En un buen discurso, en el que recogió lo más significativo que importa a esa España renovada que anuncia, Felipe VI ha hecho un llamamiento a la unidad forjada en España tras siglos de convivencia, destacando el mensaje de que los mayores éxitos se consiguieron cuando los españoles estuvieron mas unidos.

 

      Felipe VI proclamó su «fe en la unidad de España» esa unidad no es «uniformidad». En esa España, unida y diversa, que se ha de basar en la igualdad de los españoles, en la solidaridad entre sus pueblos y en el respeto a la ley, donde cabemos todos..

 

  Con la abdicación del Rey Juan Carlos I, en favor de su hijo el Príncipe de Asturias, según las determinaciones establecidas en la Constitución Española, fruto de un Pacto entre los líderes de los Partidos Políticos de entonces, que supieron supeditar  los intereses generales de España por encima de sus lógicos intereses de Partido, ya que consiguieron un acuerdo  para que se traspasara el difícil camino desde un sistema autoritario a una democracia en Paz.

 

.  Ahora la vida sigue y la crisis territorial y económica también y la unidad de España está siendo amenazada, lo que va a requerir  una inmediata atención de Felipe VI. Tendrá que tener decisión e imaginación y manejar al mismo tiempo la mano derecha y  la izquierda, la paciencia y la firmeza. En una monarquía renovada y de nuestro tiempo, como dijo el  propio Rey, los ciudadanos más que nunca, demandan que los principios morales y éticos, inspiren la vida de todos y la ejemplaridad presida la vida pública española. Y el Rey  a la cabeza del Estado tiene que ser no sólo un referente sino también un servidor de esa justa y legítima exigencia de los ciudadanos”.

         “No hay mas sordo que el que no quiere oír ni mas ciego que el que no quiere ver”, frase significativa muy nuestra, en la proclamación del nuevo Rey todo el mundo notó que era un acto que marcaba historia, era sin duda un acto histórico., donde se escuchó un discurso con  ideas y muy en la actualidad y en el futuro a recorrer, ,con conocimiento de la realidad en la que viven los hombres y mujeres de España, pensado en el interés general, y haciéndose eco de la pluralidad y la diversidad en la que cabemos todos dentro del proyecto integrador que es España.

 

   El discurso del rey  fue un discurso digno de elogio y aplaudido excepto por dos de los presentes en el hemiciclo, que cuando los aplausos homenajeaban a Doña Sofía, permanecían hablando entre sí, con una actitud displicente e impropia, de quienes  representan al Estado en sus Comunidades Autónomas, los dos fueron Urkullu y Mas.

 

   Esto es un punto y seguido, hay que continuar porque la vida sigue y los problemas            ahí están y los españoles están a la espera.

   

 


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