La Fundación Fundecyt-Parque Científico y Tecnológico de Extremadura y el Centro Extremeño de Tecnologías Avanzadas (CETA-Ciemat), realizan un estudio sobre impacto de ‘hubs’ de teletrabajo en Extremadura, para determinar el potencial de la región de cara a la implantación y asentamiento de estos espacios para un desarrollo “igualitario e integrador”.
Una de las conclusiones que se desprende del estudio, llevado a cabo gracias al acuerdo firmado entre ambas entidades en el marco del proyecto ‘Infraestructura de Repositorios Digitales sobre GRID’ que se cofinancia con Fondos FEDER, es la necesidad de impulsar el emprendimiento femenino en las zonas rurales mediante este tipo de plataformas de trabajo.
Según los resultados de la investigación, los ‘hubs´ o espacios de teletrabajo son una herramienta eficaz “que permitirían avanzar en el desarrollo igualitario e integrador de la región, ya que gracias a las posibilidades que ofrecen las Tecnologías de la Información y la Comunicación, se favorece el acceso al trabajo de forma más igualitaria”.
Fomentan además, argumentan las entidades responsables del estudio, “las capacidades reales de las personas, reduciendo las limitaciones basadas en circunstancias puntuales de carácter cultural, económico, geográfico u otros aspectos sociales tales como el género o la discapacidad”.
En el marco del proyecto, se ha creado la web www.extremadura-workhubs.info, que incluye una herramienta calculadora de autodiagnóstico, que de forma gráfica proyecta los resultados según la consulta realizada por cada usuario generando una valoración media en torno a tres perspectivas: económica, ecológica y social.
Esta herramienta permitirá determinar el potencial para el asentamiento de los ‘workhubs´ según las características de cada usuario y del área de implementación.
Además, de las conclusiones que se extraen del trabajo desarrollado por el CETA-Ciemat y Fundecyt-PCTEX, destacable son los seis factores de los que aseguran depende el éxito de la implantación de los espacios de teletrabajo: la ubicación, su relación con el entorno, el apoyo y colaboración con entidades públicas, la oferta formativa y los servicios adicionales.
Para determinar estos factores, se ha realizado un estudio sobre casos exitosos en países como Reino Unido, donde el crecimiento de los espacios de coworking, y en especial en zonas rurales, ha sido exponencial en los últimos años.
Concluye el estudio que en términos prácticos la rentabilidad del workhub debe basarse en la provisión de servicios de alto valor añadido, ya que las cuotas de los coworkers pueden no ser suficientes para su continuidad, pudiendo vincularse con iniciativas ya puestas en marcha, redes ya establecidas, tanto a nivel nacional como internacional.
Para los responsables del estudio, es clara la necesidad de que la administración pública siente las bases de un sistema de ‘workhubs´ o espacios de teletrabajo fácilmente extensible a la realidad privada, poniendo como ejemplo casos de éxito a nivel nacional en los que la Administración ha facilitado instalaciones, o agencias de desarrollo que han fomentado el uso de espacios workhub basándose en políticas de empleo local y regional.
La ocupación de edificios en desuso para la creación de espacios donde generar actividades que fomenten el empleo y el desarrollo de negocios, en línea con las tendencias actuales de trabajo colaborativo, es una de las alternativas que se plantean en el documento.