Una vez más, la tortilla es uno de los platos más versátiles y variados que existen, en este caso, la haremos con espárragos trigueros o verdes. Esta verdura aporta mucha fibra además de ser diurética, propiedades que ya conocían nuestros antepasados, desde la época griega y romana.
El éxito de esta receta reside en los espárragos, debemos cerciorarnos y prestar especial cuidado a la hora de freírlos con el fin de que estos queden blandos. Para ello debemos freírlos a fuego medio entre 25 y 30 minutos, removerlos e ir añadiéndoles aceite de oliva en función de lo seco que vayan quedando.
INGREDIENTES:
- 400 gramos de espárragos trigueros
- 4 huevos
- 1 chorro de aceite de oliva
- 1 pizca de sal
ELABORACIÓN DE LA TORTILLA DE ESPÁRRAGOS TRIGUEROS O VERDES
- Lavamos con abundante agua los espárragos y secamos bien. Los troceamos en partes de 4 cm aproximadamente para que se distribuyan bien por toda la tortilla. Ponemos una sartén a calentar con un chorrito de aceite de oliva y echamos los trozos, una pizca de sal y removemos durante 25 a 30 minutos. Si se quedan secos aplicamos un poco más de aceite para que se cocinen y evitar que se quemen. Cuando estén hechos los apartamos.
- Batimos los 4 huevos en un plato y añadimos los espárragos, mezclamos bien. Ponemos una sartén mediana a calentar, echamos un chorrito de aceite y cuando esté bien caliente volcamos la mezcla de huevo y espárragos. Dejamos que se haga durante 2 minutos aproximadamente por este lado, cuando consideres que la cara inferior está lista nos ayudamos de un plato para dar la vuelta a la tortilla. Ahora deslizamos la tortilla de nuevo a la sartén para terminar de cocinar la cara de la tortilla que está cruda.
- Concluidos los 2 minutos por este lado, observamos que la tortilla haya cuajado bien, si es así, retiramos del fuego y la pasamos a un plato. Antes de servirla, aconsejo que la dejes enfriar unos minutos para templarla y así termine de hacerse y cuaje el interior.
ANOTACIONES Y CONSEJOS
Considero que para esta receta, los espárragos trigueros no deben de ser muy gruesos, los finos son más fáciles de freír. El inconveniente de los espárragos gruesos es que pueden quedar algo duros en su interior y esto haría fracasar nuestro deliciosa receta.
Procura utilizar una sartén antiadherente para evitar que se pegue la tortilla, de lo contrario al darla la vuelta harás un destrozo considerable de la misma. Si no dispones de una con estas características, ve retirando la tortilla de los bordes de la sartén continuamente para evitar que se pegue la menor superficie posible.
Al contrario que en la tortilla de patata, donde los gustos varían el grado de cuajado del huevo interior, en esta aconsejo no dejarlo demasiado, de lo contrario al trocearla el espárrago resbalará saliéndose del interior de la tortilla dejando sin significado esta receta.
Espero que os haya gustado la receta, ya me contaréis.. Que aproveche!