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Apag critica que los viticultores entreguen la uva sin fijar condiciones de venta previamente

CAMPO
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La asociación agraria Apag Extremadura Asaja ha criticado la falta de acción por parte del Tribunal de la Competencia ante la situación que están viviendo los viticultores de la región, que están entregando la uva a las bodegas sin fijar un precio de venta del producto previamente y, por tanto, «sin saber lo que van a cobrar por ella».

El presidente de Apag Extremadura Asaja, Juan Metidieri, y el vicepresidente de dicha asociación, Félix Corbacho, han informado sobre dicha situación, calificada por Corbacho como una «barbaridad».

 

«Es una vergüenza que un agricultor no sepa lo que le van a pagar por la uva hasta pasados cerca de 20 días y una vez que el producto está en las bodegas», ha aseverado.

 

Además, ha criticado que el Tribunal de la Competencia ha tomado la decisión, respecto a este tema, de «mirar para otro lado», y ha dicho que si, por el contrario, fueran los productores quienes establecieran un precio mínimo de venta para «cubrir los costos de la producción» dicha instancia ya hubiera actuado.

 

Esta situación, ha indicado, ya se ha venido dando en campañas anteriores, donde «comenzaban a detectar que los bodegueros tardaban en fijar el precio», aunque, lo que está ocurriendo en el verano de 2014 «clama al cielo».

 

NO ES ADMISIBLE

 

Según Corbacho, lo lógico es que el bodeguero indique el precio que va a pagar por el producto antes de recibirlo en sus bodegas dependiendo del grado de la uva, a través de un contrato de «compra-venta» con el viticultor. «Lo que no es admisible es que las bodegas se queden con la uva y pase un mes hasta que fija el precio de ventas», ha añadido.

 

En cuanto a los precios, ha apuntado que el sector tiene «mucho miedo» de que una vez se hayan entregado la mitad de la uva recolectada se establezcan unos precios «excesivamente» bajos.

 

Por su parte, el presidente, Juan Metidieri, ha criticado que cuando existe un problema de precios o de competencia «siempre sale en defensa el Tribunal de la Competencia», pero que, en este caso, desconocen quién es el responsabl» de actuar en esta situación, a lo que ha señalado que, a pesar de que se están realizando algunos contratos, estos son «los mínimos» y «tienen poca validez jurídica».

 

Por otro lado, ha achacado esta situación a los «compromisos personales» entre agricultor y bodeguero, y ha añadido que la situación es «dura» para el sector, ya que «después de la campaña que se vivió el año pasado es muy duro que se esté dando esta situación».

 

A pesar de ello, el vicepresidente, Félix Corbacho, ha destacado que la cosecha de este año es similar a la campaña pasada, o quizás un poco por debajo, pero que el estado sanitario de la uva es «excepcional» y que el rendimiento en caldo va a ser «muy alto» porque el verano está siendo «fresco», lo que ha permitido que la uva «esté en un estado perfecto».

 

CAMPAÑA DEL OLIVO Y LEY AGRARIA

 

Por otra parte, Juan Metidieri ha indicado que la campaña del olivo en la región se ha visto afectada por las altas temperaturas vividas los últimos días de abril y primeros de mayo, de tal manera que la cosecha «será muy corta, similar a la de hace dos años».

 

No obstante, ha señalado que «posiblemente» se produzca un aumento en el precio del aceite, campaña sobre la que ha dicho que la agrupación valorará más adelante.

 

Asimismo, ha remarcado, con respecto a la modificación de la Ley Agraria y sus posibles efectos en el campo extremeño, que Apag Extremadura Asaja mantiene su petición de conseguir que se blinde el 25 por ciento del presupuesto para el campo, ya que éste fue «un compromiso del presidente Monago».

 

En cuanto a la reforma de la Política Agraria Comunitaria (PAC), ha señalado que a pesar de los «errores» y de los «pequeños trasvases» del presupuesto que afectarán principalmente a los sectores que más cobran por hectárea, como son el tomate y el tabaco, ha considerado que desde la Administración autonómica se están tomando medidas para atenuar los efectos en dichos sectores que serán «en cierta medida» los más «perjudicados».


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