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La Agrupación de Represaliados en Valdenoceda (Burgos) busca a 4 familias cacereñas para identificar restos exhumados

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La prisión de Valdenoceda (Burgos) estuvo abierta menos de cinco años (entre 1938 y 1943) y se tiene constancia de la muerte, por hambre y frío, de al menos 154 presos republicanos

La Agrupación de Familiares de Represaliados en Valdenoceda (Burgos) busca a 4 familias de la provincia de Cáceres para que donen una muestra de saliva de la que el laboratorio pueda extraer ADN que sirva para identificar los restos exhumados en esa localidad de Burgos.

 

En la prisión de Valdenoceda (Burgos), que estuvo abierta desde finales de 1938 hasta agosto de 1943, se tiene constancia oficial de la muerte de 154 presos republicanos. De ellos, 4 eran de la provincia de Cáceres, donde quizás todavía puedan vivir algunos de sus descendientes directos.

 

El primer paso para la identificación es la localización de las familias. Como se ha señalado antes, buscamos a 4 familias cacereñas. Se trata de las familias de:

 

1.- Esteban Arrojo García, natural de Hervás, que vivía en Cáceres ciudad. Murió el 11 de noviembre de 1938. Era soltero. Hijo de Jerónimo y Paula.

 

2.- Lorenzo Márquez Parejo, de Garciaz, que murió el 5 de abril de 1941. Era soltero. Hijo de Guillermo y Benita.

 

3.- Joaquín Bravo Lucena, de Plasencia, que murió el 13 de marzo de 1942. Estaba casado. Era hijo de Juan y de Pastora. Dejó 2 hijos. Desconocemos el nombre y apellidos de su cónyuge. De profesión, pintor.

 

4.- Máximo Tejero Domínguez, de Zorita, que murió el 20 de agosto de 1943. Era soltero. Era hijo de Sebastián y Juana.

 

El correo electrónico de la Agrupación es  (valdenoceda.exhumacion@gmail.com), con el objetivo de conseguir la localización de esas 4 familias y poder realizar pruebas, muy sencillas, sin coste alguno, de ADN.

 

La prisión de Valdenoceda

 

La prisión de Valdenoceda estuvo abierta desde finales de 1938 hasta agosto de 1943 en la localidad de Valdenoceda (norte de Burgos). Se convirtió, de hecho, en una terrible cárcel de exterminio, dadas las condiciones de vida de los presos, sin apenas comida. La inmensa mayoría de las muertes se produjeron por colitis epidémica, que no era otra cosa que el impacto del hambre y del frío sobre el cuerpo humano.

 

Allí murieron oficialmente 154 personas, que fueron enterradas bien en el cementerio viejo (11 de ellos, entre los cuales se cree que está Esteban Arrojo García), en plena calle (2) o en un solar de Instituciones Penitenciarias (141, donde están los otros 3 caceñeros).

 

La Agrupación, que se constituyó formalmente en 2005 y que inició en 2007 los primeros trabajos de exhumación, ha conseguido exhumar a un total de 116 restos, ha podido contactar con 95 familias de toda España y ha identificado 49 restos, muchos de los cuales reposan por fin en su pueblo, con su familia.

 

 


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