El delegado de Limpieza, Francisco Miranda, recalca la necesidad del civismo para evitar la proliferación de residuos.
Francisco Miranda acaba de asumir la delegación de Limpieza Viaria y de Edificios Públicos, una función que considera que es muy adecuada dentro de su perfil en el gobierno: “Es ya una cuestión operativa, que la misma persona gestione los parques y la limpieza porque a fin de cuentas todo lo que tiene que ver con la calle está en manos de una misma delegación y eso agiliza siempre las cosas”, explicaba el delegado.
Respecto a la recogida de basuras, la limpieza y la existencia de escombreras, Miranda lamentaba que “hay algunas zonas limítrofes con el casco urbano donde la gente deposita cualquier cosa, como es el caso del Berrocal, que no pertenece concretamente al término municipal, pero está en las inmediaciones”.
“Hay servicios que presta el Ayuntamiento para que esto no suceda. En lo que se refiere al depósito de muebles y enseres, sólo hay que llamar al servicio de limpieza y te dicen cuando tienes que dejarlo en el contenedor más cercano para su recogida”, decía Miranda, quien considera que se trata más de un “problema de civismo y educación”.
Para mejorar también el servicio de limpieza y evitar las escombreras Miranda explicaba que “se está en vías de un posible acuerdo con el otro punto de recogida autorizado, el de la Grulla, que está en el polígono El Prado, más cercana a Mérida, para intentar crear otro punto limpio con una serie de cantidades que no lleven coste. Por ejemplo, si son cantidades inferiores a 150 kilos de ripio sería gratuito, que es lo que puede generar una pequeña intervención que alguien hace en su casa y que no tendría coste ninguno”.