Mientras nos preocupamos y combatimos el desatino separatista catalán,-y hay que hacerlo sin pausa y con toda firmeza -,pasa casi desapercibido otro desatino casi peor : el suicidio demográfico,al que nos hemos referido con anterioridad.Ambos-aunque con distintas características-llevarían al mismo final : la desintegración de España,la nación europea más antigua,de la que dijo ,y es cita que repito de otro artículo, el canciller Otto Von Bismark que es la nación más fuerte del mundo,a pesar de que “siempre ha intentado autodestruirse y nunca lo han conseguido”.Y concluyó : “El día que dejen de intentarlo volverán a ser la vanguardia del mundo”.Pues vamos camino de ello…
Sorprende que este desgraciado tema apenas se comenta en los medios de comunicación.Sólo después de la actuación de Alejandro Macarrón en artículos y conferencias,y en su libro “El Suicidio Demográfico de España”, ha empezado tímidamente a surgir en algunos medios.
Apenas sólo muy recientemente alguien que no es un líder político ni religioso,sino un experto financiero,ha llamado la atención en su Blog de El Confidencial en su artículo “España condena su futuro : no es lugar para niños “.En él relata que en medio de la euforia colectiva después de la Cumbre Europea del viernes pasado “han pasado más desapercibidos de lo conveniente los datos demográficos referidos a 2011 dados a conocer por el Instituto Nacional de Estadística” en esos días.
Ese experto financiero de El Confidencial se llama S.McCoy,y dice en cita textual : “Las cifras no pueden ser más escalofriantes.El año pasado el número de nacimientos se redujo un 3,5% hasta 468.430 de tal modo que el indicador coyuntural de la fecundidad,lo que en román paladino se conoce como tasa de reposición,descendió hasta 1,35 por mujer,muy por debajo del 2,1 necesario para que la sociedad asegure el relevo generacional…con todo lo que eso supone.Por el contrario la esperanza de vida sigue aumentando,situándose por encima de los 82 años,17 más que la actual edad de jubilación,lo que convierte en inevitable su retraso.Las defunciones sumaron 387.347 por lo que el crecimiento vegetativo de la población fue de 81.083 personas.A este ritmo,pronto será negativo”.
Y saca a colación un reciente artículo del The Economist que dice ha puesto el dedo en la llaga al decir que “urge a las autoridades(españolas) a tomar cartas en el asunto,pues no en vano la demografía sienta las bases para todo lo demás”.Y añade : “¿Una exageración?Ni mucho menos”.Y recuerda que hace dos años,al calor de una estadística similar señaló : “cobra,por tanto,carácter apremiante la adopción de una estrategia integral de fomento de la natalidad en España,que pase por la defensa de la vida desde la concepción,la aceleración de los procesos de adopción,las ayudas económicas a los recién nacidos en función de la renta,el fomento de la conciliación de la vida familiar y profesional,las mayores prestaciones a las familias numerosas,los complementos de pensiones en función del número de hijos y así sucesivamente”.E insistimos que no se trata de un líder político ni religioso,sino de un “experto financiero”.
¿Ponemos el mismo empeño en evitar este suicidio demográfico que en impedir la desintegración de España por el separatismo de algunos políticos catalanes?
