MALDITO DINERO

El hombre de Neanderthal (homo neanderthalensis), antepasado del Homo Sapiens, era mucho más inteligente que nosotros, a pesar de no contar con los medios ni la tecnología de la que ahora disponemos. Tenía una alimentación equilibrada, a base de hierbas y cereales que recolectaba en las praderas, y de animales que se procuraba cazando con medios rudimentarios. Sus pequeñas sociedades, compuestas por un número no muy elevado de individuos, estaban regidas por un líder que solía ser el macho más fuerte, pero que no procuraba fama y poder, como Francisco Granados y sus compinches del PP y del PSOE; sólo satisfacer su instinto más básico como era beneficiarse a las hembras fértiles del grupo con el fin último de la procreación. Su divertimento, aparte del sexo, era mirar las constelaciones y estrellas, planear supuestos para la caza del día siguiente, procurarse abrigo con las pieles y que el agua no faltara…, pero eso fue hace 45.000 años.

 

Ahora, sus herederos, el homo sapiens, lo tomamos todo a una velocidad de vértigo. Tecnológicamente no hemos estrenado muy bien el iPhone 5 cuando estamos dispuestos a pagar más de 1.000 dólares americanos por el 6; las pantallas del televisor son más grandes que el salón de la casa; los ordenadores o son mini o son maxi con similares funciones; los automóviles soportan más cilindradas que la propia carrocería del vehículo…, y es que desde finales del Siglo XIX con la revolución industrial y mediados del Siglo XX con la tecnológica, todo se ha sobredimensionado de tal manera que no sabemos realmente a dónde vamos.

 

Pero, y hay un pero, para todo hace falta dinero. Si queremos vivir a la moda necesitamos más de lo que ganamos a final de mes. Si estamos en el paro no es que no vivamos a la moda, es que no se vive, sin más. En España, el desempleo crece o baja en función del turismo, no de la industria tras el desplome del sector del ladrillo.

 

En este sentido, hay una cosa que siempre me ha llamado poderosamente la atención, gobierne la izquierda o la derecha. Que todo lo que sucede referido al paro es por culpa del Gobierno. Estamos de acuerdo que las políticas activas de empleo y las sociales influyen notablemente en la economía de un país y que depende de las ayudas o subvenciones que se incluyan en los Presupuestos Generales del Estado o el de las diferentes Administraciones autonómicas, así se motivará más o menos la contratación por parte del empresario, pero el dinero, ese que no conocía el hombre de Neanderthal , es el verdadero problema de una sociedad que va por unos derroteros donde los que tienen malgastan y los que no malviven o se ven abocados a pedir o a la delincuencia para poder sacar a sus familias adelante.

 

De todos los inventos de una sociedad que ha sido capaz de pisar la Luna, el peor ha sido el dinero. Logra estabilidad y comodidad pero también injusticias sociales y hambruna. Cáritas lo ha demostrado al anunciar que en 2013 había tenido que repartir casi 300 millones de euros para los desfavorecidos y que cerca de 3 millones de españoles están en riesgo de exclusión social. Y hay una realidad que no entra en esas cifras: las personas pidiendo en las puertas de las iglesias, en las principales calles de los cascos urbanos o rebuscando en los contenedores de basura. Un panorama lejos del lujo de las tarjetas opacas de Blesa y Rato.

 

El dinero debería, es una opinión un tanto idealista, ser administrado de tal manera que todos tuvieran cubiertas las necesidades básicas y después hablaríamos de capacidades intelectuales y de desarrollo de la persona. Soy consciente de que está el esfuerzo que uno desarrolla a lo largo de su vida para lograr lo que tiene, pero hasta que todos no partamos de la misma línea de salida se seguirán produciendo estas desigualdades que llevan a que unos vivan excesivamente bien y otros excesivamente mal.

 

Un ejemplo claro lo tenemos en los grandes bancos españoles, esos que no tuvieron que acudir al rescate bancario europeo por una buena praxis incluido el control de los sueldos de sus directivos. Ahora, cuando te remiten el extracto bancario a tu domicilio te ofrecen un préstamo del tal o cual cantidad, a devolver en un número de meses y un importe que varía en función de tus posibilidades. ¿Ustedes creen que a la pobre a la que ayudan en la puerta de la iglesia le ofrecen estos préstamos al consumo? Lo que es muy probable es que no le llegue ni el extracto del banco.

El dinero es necesario para vivir pero lo ensucia todo. Sólo es preciso ver de unos años a acá las portadas de los periódicos, en papel o digitales, o el telediario. La corrupción ha movido más millones que Cáritas en veinte años. Pero como no soy técnico en la materia, nada se me ocurre que sustituya al dinero, porque comer hay que comer y todo tiene un precio. Eso sí, en estos tiempos de crisis hay que apelar todos los días a la solidaridad.

 

Esperanza Aguirre y Mariano Rajoy han pedido perdón por la corrupción en el Partido Popular. Pedro Sánchez ha expulsado sin miramientos a los militantes implicados en el caso de las tarjetas negras de Caja Madrid. Trias niega tener una cuenta millonaria en Andorra. Entre todos han hecho buenos a Jesús Gil, Isabel Pantoja, Mayte Zaldívar y Julián Muñoz.

 

¡Qué país! Rinconete y Cortadillo al poder, por favor…