Digital Extremadura
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La anarquía es sinónimo de desgobierno, de desorden, de malas prácticas en definitiva, que suelen llevar a cabo unos pocos iluminados aprovechándose, principalmente, de la incultura de la plebe, si bien con @ahorapodemos lo que ha sucedido es que han tomado ventaja por la inexperiencia y carencia de oportunidades constatables de la generación mejor formada de la historia de este país, y por el hartazgo de los padres de estos jóvenes universitarios en paro, que andan quemados por lo que ven a su alrededor mientras tienen que abonar cada día más impuestos, para que luego te venga el José Antonio Monago de turno diciéndoles a los jóvenes en un discurso de fin de año, televisado desde unas bodegas privadas, que “si os formáis, yo os prometo vuestro primer empleo”. Pero, ¿y qué sucede con los que ya están no formados sino muy bien formados? ¿Tienen que seguir emigrando a Alemania o a Inglaterra? ¿En qué empresas les va a dar su primer empleo si el tejido empresarial en Extremadura es del todo inexistente? ¿En el de servicios, que está sobresaturado de modo que ya han desaparecido hasta los mileuristas por sueldos más bajos y si quieres bien y si no también?

 

Primera parte. En esa especie de elecciones que han tenido lugar en toda España en la primera semana de enero de 2015 en @ahorapodemos, se han alzado con la victoria el 90 por ciento de las listas oficialistas, es decir, las que apoyan a Pablo Iglesias y Juan Carlos Monedero.

 

En el mundillo mafiosoanarquista en el que se mueven es normal que haya más papeletas en las urnas que electores a votar, por lo que el pucherazo ha sido de padre y muy señor nuestro. Estos dos caraduras eran los que hablaban, y continúan haciéndolo, de regeneración democrática y de la apestada casta, convenciendo a muchos ilusos que de tocar poder sus males se evaporarán en el aire y que serán ellos los que decidan cómo llevar a un país al mayor de los desastres conocidos si llegan, como parece, a instalarse en las instituciones.

 

Es ésta una práctica llevada con rigor en Venezuela, donde es asesor del Gobierno de Nicolás Maduro el ínclito Pablo Iglesias o el coletas, como le llama el vulgo. Allí tienen al líder opositor Caprille bramando entre millones de barriles de petróleo por el último pucherazo del régimen bolivariano, ese que #ahorapodemos quiere instalar en esta España nuestra. Sólo un ejemplo: un pollo que no llega a los dos kilos  en una carnicería de Venezuela cuesta 50 euros. ¿Qué economía doméstica puede soportar esto? La mía no, desde luego.

 

Lo mismo que a principios del siglo XX, los bolcheviques se instalaron en Rusia para no desaparecer hasta el momento (Putin es primo hermano político de Pablo Iglesias), los nazis se alzaban democráticamente con el poder en Alemania en los años 30, arrastrando a Italia a un fascismo sinigual, seguido por España con el caudillo por la gracia de Dios, ahora viene el coletas y le quiere dar una pasada por la izquierda a toda la izquierda para hacerse con el poder. De programa electoral nada se sabe, pero es infantil pedir un orden del día a un anarca.

 

En estas estábamos, y entramos en la segunda parte, cuando viene el gran mandarín de José Antonio Monago echando una soflama de quince minutos en la tele regional que controla Beatriz Maesso y cuyos trabajadores hacen huelgas por la carencia de libertad de expresión y la manipulación a la que se ven sometidos, y diciéndole a @ahorapodemos que ahí está él, dispuesto a yacer con ellos y mantener el sillón a costa de lo que sea, que en cuatro años no le ha dado tiempo a terminar su proyecto de región, ese que está llamado sin duda al fracaso porque los millones de euros se van y no se adelanta nada ni en infraestructuras, ni en empresas, ni en el campo, en nada en concreto, solo en cachondeos y pare usted de contar.

 

Y no contento con eso, es tan falaz y mentecato que promete 7.000 puestos de trabajo a los jóvenes que se formen y de los que están formados y se tienen que marchar a Londres o Berlín  no dice absolutamente nada. La realidad, que es parca, ha demostrado que con Monago en el Gobierno de Extremadura, al menos tres generaciones de nuestros universitarios mejor formados se han marchado de la región a probar fortuna porque no les quedaba otro remedio. Muchos han terminado en empresas pequeñas o medianas; otros tantos, la gran parte, se han dado media vuelta porque a lo más que llegaron a servir sus currículos fue para lavar platos en una cafetería de tres al cuarto. Eso sí, en lo que él lleva de presidente se han creado 50.000 puestos de trabajo y con la reforma fiscal otros 15.000. ¿Usted se lo cree?

 

No sólo los jóvenes están a verlas venir. Los mayores de 45 años en paro de larga duración están rezando porque se ponga en marcha el plan anunciado por la vicepresidenta y portavoz Cristina Teniente para poder trabajar en los ayuntamientos de sus localidades de lo que sea y durante seis meses. Esta medida de choque en año electoral entra en colisión, claramente, por lo propuesto por Monago, pues aquí el mérito no es estar formado, sino tener 45 o más años y estar en paro.

 

Claro que sucede, también, que las personas “muy formadas” tampoco van a entrar en esa bolsa de trabajo precario y electoralista, pues como bien le dijeron en el SEXPE  a una amiga mía cuando fue a pedir información al respecto –madre de dos hijos estudiantes y marido y ella en paro, con la carrera de Magisterio en su haber–, “a usted nunca la llamarán, está demasiado formada”. O se está o no se está, el caso es que no sabe uno cómo va a acertar.

 

Por eso, no se lleven las manos a la cabeza porque José Antonio Monago le esté preparando el nidito de amor a @ahorapodemos con el único afán de perpetuarse en el poder; ya lo hizo en 2011 con Pedro Escobar e Izquierda Unida y la jugada le salió bastante bien. Es tan anarca como  ellos y un anarquista en Extremadura, como se encuentra la situación, está de sobra. Este chicuelo, lo digo por Monago, claro, se ha creído en serio lo de barón rojo y ahí anda, porque quiere, en un sin vivir, pues debiera dejarse de tonterías y adoptar la modalidad de anarca legal de #ahorapodemos  y presentarse a las elecciones sin el paraguas del Partido Popular, al que tanto daño sigue haciendo, sin que a los palmeros que tiene alrededor  les interese llevarle la contraria porque a algunos, como a Fernando Manzano, presidente de la Asamblea y líder indiscutible del clan de la patatera, les va la vida y el sueldo en ello.


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