La Federación de Servicios Públicos de UGT (FSP-UGT) en Extremadura ha solicitado que se aumente la plantilla de personal de la residencia de mayores ‘Cervantes’ de Cáceres antes de abrir la nueva planta que se está acondicionando para personas dependientes y que permitirá que el centro duplique las plazas para mayores con escasa movilidad, pasando de 68 a 130 plazas.
La secretaria regional de FSP-UGT, María Ángeles Rodríguez, ha pedido que dicho centro incorpore antes de la cobertura de dichas plazas a los trabajadores suficientes en las distintas categorías profesionales, para una atención de calidad y adecuada a las necesidades de los mayores.
«Es necesario incrementar el número de trabajadores, tanto de atención directa como de otras categorías profesionales, ya que el aumento de las cargas de trabajo es muy superior», asegura la responsable sindical.
Además, también solicita a la Administración regional que modifique la catalogación de los distintos centros de mayores, incluida la citada residencia cacereña, ya que «el número de residentes dependientes que hay no se corresponde a lo que está catalogado».
Por ello se pide que se adecue el decreto 4/96 donde se determinan las condiciones específicas que deben reunir los establecimientos residenciales para personas mayores dentro de la Comunidad autónoma.
Asimismo este decreto determina las ratios que tienen que existir según los centros sean para mayores con autonomía, asistidos o mixtos.
«Teniendo en cuenta que la situación real de las personas mayores que hay en los centros no se corresponde con la catalogación existente, pedimos que se adecue la ratio al número de personas dependientes en cada centro de trabajo», añade.
Según el sindicato, hasta ahora la Consejería de Sanidad y Política Sociosanitaria «no ha ido adaptando el número de personal necesario para una atención adecuada» por lo que se denuncia la situación por la que pasan todas las residencias, con una necesidad de personal, en las cuales «muchas veces los trabajadores se ven obligados a trabajar sin los correspondientes descansos».
Eso supone, según FSP-UGT, un «incumplimiento» del convenio colectivo por tener que trabajar más fines de semana y festivos de los que les corresponde. «En definitiva, a estos trabajadores no se les permite tener una conciliación de vida laboral y familiar, ya que siempre están disponibles por las necesidades del servicio que ocasionan estos centros», concluye el sindicato.