Socialistas Independientes de Extremadura (SIEx) no debería haber existido a no ser por la cerrazón del entonces presidente Juan Carlos Rodríguez Ibarra y las ansias de poder de su ex consejero de Economía y Hacienda, José Antonio Jiménez. Cierto es que los tiempos han cambiado, no así algunas personas, y que la división de la izquierda en Extremadura no beneficiaba a nadie. Ahí está el claro ejemplo del Partido Comunista, reconvertido en Izquierda Unida pero que sigue teniendo un peso bestial en esta formación, y de un año acá la aparición en escena de la ultraizquierda, representada por Podemos, fenómeno que no puede traer nada bueno ni a Extremadura ni a España, ya que no se rige por una disciplina lógica que han de tener los partidos políticos y su base ideológica se fundamenta en los denominados “Circulos” donde todo el que quiere participa (se podría llamar democracia participativa), pero es sólo una milonja para atraer a una banda de edad, que va de los 18 a los 40 años, desencantados con lo que ven porque los partidos tradicionales no han sabido captar la atención, ni dar soluciones, de muchos parados y estudiantes que afrontan su primera o segunda experiencia con las urnas. Podemos está a la izquierda de IU y eso le hace ser un partido de ultraizquierda.
Pero este martes 10 de febrero, la familia socialista se reunido en torno a las faldillas de la mesa camilla y ha decidido hacer las paces. Mediante un comunicado emitido por el PSOE de Extremadura, se anuncia que en las próximas elecciones autonómicas concurrirán unidos PSOE y SIEx, si bien dejan capacidad de actuación a las direcciones de ambos partidos en los distintos municipios extremeños para que se coaliguen o no. Es un acto de generosidad que vendrá bien a otros para que tomen nota y se den cuenta de la importancia de las uniones sin flecos. El jueves, a las 17.00 horas, tendrá lugar la escenificación del acuerdo con una sesión fotográfica para los medios de comunicación.
No quisiera restar un ápice de protagonismo a otros interlocutores, pero aquí los que han preparado la merendilla del jueves se llaman Guillermo Fernández Vara, secretario general del PSOE de Extremadura, y Antonio Vélez Sánchez, ex alcalde y actual concejal del SIEx en el Ayuntamiento de Mérida. Sin la capacidad de diálogo de ambos hubiese sido imposible el acuerdo. Como ya adelantamos hace unos días, el guiso estaba en su punto porque, de lo contrario, no hubiese tenido sentido alguno que Antonio Vélez participase en el acto socialista que tuvo lugar en el Palacio de Cristal del Hotel Río de Badajoz. En el desayuno que mantuve semanas atrás con Antonio Rodríguez Osuna este me decía claramente. “Antonio es muy generoso”. Ya veremos la composición de las listas a la Asamblea y al Ayuntamiento de Mérida para hacer cierta esta aseveración.
Pero es verdad que los años han cambiado a Antonio Vélez Sánchez quien, a pesar de que no asumió su derrota en 1995 ante Pedro Acedo y que ha pasado unos años alejado de la política hasta que hace cuatro se presentaba como cabeza de lista del SIEx en Mérida, y obtenía su acta de concejal. Vélez es buena persona pero se dejó arrastrar por el poder y no supo cómo salir de él, con una cantidad de estómagos agradecidos y de aduladores que lloraban como plañideras cuando llegó la derrota.
De cualquier forma, para la izquierda en Extremadura es una buena noticia que PSOE y SIEx se unan, porque no tenía sentido alguno ir divididos teniendo dos frentes abiertos: de cara, un partido democrático que está en el Gobierno, como es el Partido Popular, y enfrente, a los de Podemos, que es la ultraizquierda hecha partido y que hay que ponerle coto lo antes posible.
No obstante, ahora me creo a Guillermo Fernández Vara cuando hace un mes o mes y medio me pidió que no hiciera referencia al acuerdo porque todavía “falta mucho por hacer”. Fue en una conversación telefónica breve, en la que el líder socialista pedía más tiempo, no fuera a estropearse el asunto. Me alegro por tanto de que formaciones democráticas como el PP, PSOE-SIEx e IU concurran a estas elecciones autonómicas del 24 de mayo. Como podrán observar por mis escritos, no me hace ninguna gracia Podemos, porque ni tienen ideas, ni programa, ni soluciones para la región. Únicamente ven que pueden llegar al poder y no saben qué hacer con él.
Esperaremos pues a la fotografía del jueves y mi más sincera enhorabuena a esta familia socialista que ha dejado al margen diferencias y se ha vuelto a unir, sea de conveniencia, o no, eso en los momentos por los que atravesamos eso es lo de menos.
