Saturnino Barbero Iglesias, elegido rey del Carnaval Jurdano 2015

En el territorio jurdano y en otras partes, todo el mundo lo conoce por Nino. Es un buen mozo y un maravilloso partido para alguna moza que tenga buen ojo clínico y aún no se haya metido en compromisos.

[Img #41659] Orgulloso de haber nacido en la alquería de La Huerta, en el concejo de Caminomorisco, un frío mes de diciembre de una época que no fue tan fácil como los tiempos que corremos, aunque éstos tampoco están para tirar la casa por la ventana.  Las enormes tijeras de los esquiladores se cuelan por cualquier rendija de las viviendas y hacen estragos enormes, sobre todo entre los más humildes.

 

   

 Nino, soltero y con ganas de jarana, es hijo de uno de los grandes tamborileros de Las Hurdes: Tío Dionisio Barbero Parra, ya fallecido.  Su madre también murió.  Se llamaba Trinidad Iglesias Martín.  Su muerte supuso para Nino un gran sufrimiento. Estaba muy unido a ella y, al fallecer, le agarró las zarpas de la depresión.  Para salir del atolladero, dio rienda suelta a sus grandes virtudes musicales y se alistó en la Corrobra Folklórica y Etnográfica “Estampas Jurdanas”, que dirigía –y dirige- el autor de este reportaje.  Entre su hermana y F.B.G., le empujaron a agarrar los instrumentos de su padre, el genial tamborilero de La Huerta, y “la depre” se fue diluyendo como un azucarillo en un café.  Incluso se fabricó una dulzaina pastoril, pieza instrumental muy singular y que ha pervivido milagrosamente en la comarca de Las Hurdes y, con ella, la gaita y el tamboril, dio en recorrer, con sus compañeros de la Corrobra, numerosos rincones de la invertebrada España.

 

    

El nieto paterno de Manuel Barbero Iglesias y de Manuela Parra Gómez nos cuenta que pasó una feliz infancia y juventud en su pueblo.  Como era un mozo bien plantado, tuvo muchas pretendientas, pero no acabó, por avatares de la vida, de cuajar relación alguna.  A Nino siempre le gustaron las mujeres buenas, aquellas que comparten todo lo habido y por haber con su pareja y jamás se aprovechan del otro.  Fue llamado al servicio militar, ejerciendo como recluta en Plasencia, donde hizo el campamento, y, más tarde, fue destinado a Cuatro Vientos, en Madrid.  Se licenció, regresó al pueblo y continuó moceando y trabajando en los huertos y en el desmonte.  Un día se lió la manta a la cabeza y se largó para el País Vasco.  Anduvo como peón de albañil en San Sebastián.

 

 

REY DEL ANTRUEJU

 

   

[Img #41660] No le iban mucho las ciudades al nieto materno de Eugenio Iglesias Hernández y Juan Martín Palomo.  Volvió a su tierra de Las Hurdes y siguió con su soltería a cuestas, trabajando duro y saliendo, de vez en vez, con sus compañeros de “Estampas Jurdanas”, a los que les tiene un especial aprecio, por esos mundos de dios y del diablo.  Acabó siendo nombrado alcalde pedáneo de La Huerta y comenta que nunca tuvo nadie problema con él.  Nino es de los que piensan que nació para ayudar a sus semejantes, considerando que nunca hizo daño a propósito a nadie y que cuenta con el cariño de sus vecinos.

  

 

Días atrás, tras la deliberación correspondiente, se consideró oportuno por parte de la autoridad competente y el aplauso de otra gente de a pie otorgarle el título de “Rey del Carnaval Jurdano-2015”.  Está muy satisfecho por el nombramiento y cree que es todo un honor para él.  El próximo sábado, día 14 de febrero, en la alquería de Riomalo de Abajo, después que le rescaten de su estado de pordiosero,le serán traspasados los poderes por parte del “rey” saliente, el cual le colocará la corona, el manto, una cachiporra de madroñera como cetro y un collar confeccionado con una ristre de ajos, que le protegerá contra las brujas, los “Jáncanuh”, el “Machu Lanú”, la “Chancalaera”, el “Duende Entiznau”, el “Encontrau”, las ánimas en pena y otros temibles seres, propios de la mitología jurdana.  Después de recibir los atributos, se marcará un “picau jurdanu” y una “charrá” con los antiguos reyes asistentes a la ceremonia y tendrá licencia para ejercer su mandato durante todo un año en la comarca.

 

   

 [Img #41658]Nino quiere con toda su alma a Las Hurdes.  Desea fervientemente que los políticos se porten como es debido, sin meter la mano en las alforjas ajenas.  A éstos les pide que miren por su tierra, que haya trabajo, que se potencie el turismo y que funcionen los pueblos.  Mientras tanto, él seguirá con sus agriculturas, gozando de los carnavales, de los que cuenta que, siendo mozuelillo, los quisieron prohibir, pero ni los curas ni los políticos de la dictadura pudieron desencastar los antruejos de la comarca jurdana.  La gente los siguió haciendo, porque no se hacía daño a nadie y porque, según relata el amigo, era una cosa heredada de nuestros mayores y siempre hay que respetar la memoria de los antepasados. 

 

    

Ahora, a Nino no le importaría encontrar una mujer hecha y derecha.  Reconoce que, cuando vivía su madre, él disfrutaba a lo grande con su soltería.  Pero los tiempos han cambiado y comprende que, si le saliera al camino una mujer que merezca la pena, no se lo pensaría dos veces y la llevaría al altar, si es así ella lo quiere.  Cuenta que por Madrid tiene un “rahcaeru”, una amiga a la que ve de tarde en tarde; sin embargo no le gusta residir en la aldea, y él las quiere del terreno, trabajadoras y luchadoras.  Cuenta con buena casa y unas finquitas bien preparadas.  ¿Quién sabe?  A lo mejor en la jornada del Carnaval Jurdano, que coincide con el Día de los Enamorados, alguna le echa el ojo cuando lo vea tan chulo y tan requeteguapo con su traje de rey y tañendo con gracia y salero su dulzaina o su gaita y tamboril.  Por Carnaval, todo es posible.