La innovación es una cultura y una actitud que el comerciante debe llevarla siempre dentro y trabajarla cada día para lograr diferenciarse de lo que está haciendo el resto, y lograr una mayor rentabilidad, sin que para ello sea necesaria una gran inversión económica.
Así lo indicó Alvaro Jiménez, Consultor Sénior en el ámbito del Emprendimiento y la Competitividad, en la jornada “Innovación en el comercio minorista: autodiagnóstico e identificación de posibles acciones”, dentro del proyecto “Cáceres Innovación”.
La innovación es imprescindible para diferenciarse, máxime en tiempo de crisis, explicó “porque si no te diferencias los clientes no son fieles, tienes que estar trabajándolos permanentemente y estar metiéndole impulso nuevo a tu negocio permanentemente”.
Destacó que la innovación es una cultura que el comerciante tiene que meterse dentro y permanentemente debe estar buscando e innovando, “no vale solo una vez porque las estoy viendo negras y tengo que reaccionar. Porque si no reacciono en época de vacas gordas, llegarán otros y me crearan a mí la época de vacas flacas”, y una actitud, “llevarlo siempre dentro, levantarse todos los días diciendo ‘hoy, qué voy a hacer en la empresa que sea diferente’, sin cargarme lo que funciona”.
No hay que ser un genio para innovar, “ni tampoco hacer grandes inversiones, ni todo es tecnología. Hay que innovar cada uno en la medida que pueda. Lo que hacen las grandes empresas lo pueden hacer los pequeños, hay que observar, ver, estar pendiente. Muchas veces nos dejamos llevar por la inercia, antes venían los clientes y ahora ya no vienen, y nos preguntamos qué está pasando”.
PRODUCTOS Y PROCESOS
Se puede innovar en muchos aspectos como la imagen de la tienda; el sitio “y si no tienes un buen sitio buscar algo que atraiga”; en los productos y servicios; en la forma de presentarlos; en la de dirigirnos a ciertos nichos de mercado, “hoy en día los clientes están muy diferenciados”, o crear sinergias con otras empresas “colaborando con otros que no me hagan la competencia pero que sean complementarios, y eso no es muy habitual”.
También se puede innovar en los procesos de funcionamiento interno, e incluso las relaciones con los proveedores “a veces consideramos que son unos pesados pero son una gran fuente de información porque nos hace ver lo que va a salir a la calle. Lo que nos traiga y no le hagamos caso se lo va a ofrecer al de al lado, y es probable que en un mes me encuentre que todos tienen algo menos yo” o los bancos.
Se trata de analizar y ver porqué nos compran, “muchas veces no sabemos ni por qué nos compra o van a nuestra tienda en lugar de la de al lado. Y si no sabemos eso, hay que hacérselo mirar porque corremos muchísimo riesgo. Al cliente hay que dedicarle tiempo, conocemos al que viene asiduamente, pero no conocemos por qué viene o por qué compra, o qué compra en otros sitios que yo le puedo ofrecer”.
Es necesario que los comerciantes conciban su negocio como una empresa en la que tiene que haber orientación estratégica, “no se puede estar a ver que hacen los demás ni a remolque de lo que te piden los clientes. Tienes que tener claro tu objetivo, lo que vendes y a quien lo vendes. Sobre todo diferenciación para vender más y sacar más rentabilidad”.
Cabe recordar que Cáceres Innovación es una iniciativa promovida por el Ministerio de Industria, Energía y Turismo, a través de la Escuela de Organización Industrial (EOI), y el Ayuntamiento de Cáceres. Está cofinanciada con fondos FEDER europeos y su objetivo es mejorar la competitividad del pequeño comercio de Cáceres a través de la introducción de la innovación.