Una jornada empresarial ha analizado la figura del emprendedor, ya que el empresario debe ser siempre emprendedor, aunque ya tenga su negocio en marcha, porque emprender es innovar, y debe acometer cambios permanentemente para diferenciarse de la competencia, analizando los pasos que debe dar y elaborando un proyecto consistente y realista para que la idea tenga éxito.
Así lo señaló, Alvaro Jiménez, Consultor Sénior en el ámbito del Emprendimiento y la Competitividad, en la jornada “Talento emprendedor, desarrollo de motivaciones y objetivos”, dentro del proyecto “Cáceres Innovación”.
Jiménez definió al emprendedor como “una persona que tiene decisión e iniciativa para realizar acciones que son difíciles o entrañan algún riesgo. Esto afecta a todos los ámbitos: personal, profesional, empresarial. Es una actitud y una forma de vida” y el talento emprendedor como “la capacidad de la persona para el ejercicio o el desempeño de una actividad, en concreto la actividad del emprendimiento”.
En cuanto a las características generales que debe tener, destacó la pasión, la visión, el liderazgo, la constancia, la decisión, confianza en uno mismo, audacia, creatividad y trabajo en equipo.
Los componentes fundamentales, indicó, son la pasión, “disfrutar con las ideas proyectos, iniciativas…”; la motivación; “energía, acción (reflexionada), hay que tener claros los motivos”; y el compromiso, “con la idea o el proyecto, de principio a fin”.
La mayoría de empresarios o comerciantes son emprendedores por naturaleza, “y muchas veces no se paran a reflexionar sobre qué ventajas, inconvenientes, necesidades, actitudes… todo lo que lleva aparejado ser emprendedor”.
Emprendedor no sólo se refiere a la creación de nuevas empresas, indicó, “podemos ser emprendedores dentro de nuestra propia empresa o ‘intraemprendedores’. Emprender es innovar. Innovación y emprendimiento están muy relacionados, yo tengo que emprender en mi tienda, tengo que innovar, que acometer cambios permanentemente. Para emprender bien tienes que plantearte que se hace en otros sitios, y buscar la forma de hacerte diferenciar, y así emprender con más posibilidades de éxito”.
ESTRATEGIA Y METODOLOGÍA
Y el que se ve abocado a hacerlo, “debe plantearse desde cosas más estratégicas como qué hago con mi negocio, hacia donde quiero ir… hasta cosas más personales como es si sirve para ello”.
Motivos para emprender hay muchos, pero lo importante es querer hacerlo y estudiar qué pasos se deben dar, “las ideas son muy diferentes, pero tienes que hacer un análisis interno de las propias capacidades en relación con la oportunidad del mercado; y un análisis externo sobre el entorno económico general y, en particular del sector para ver si hay hueco en el mercado para esa idea. Hay que elaborar un proyecto consistente y realista, tomando las decisiones acertadas; desarrollar un plan y aplicarlo correctamente; y adaptarse a los cambios que se producirán posteriormente en el mercado”.
No se emprende porque sí, hay que seguir una metodología, explicó, “lo primero que tienes que hacer es ver si tu idea tiene viabilidad, y cuando quieres hacer cambios en tu negocio porqué los quieres hacer, qué voy buscando, más clientes, mejores clientes, nuevos productos que me diferencien de la competencia… hay que aplicarle un poco de rigor”.
Con cada idea que se tiene hay que realizar un análisis interno y externo, y planificarla como si montara una empresa nueva, “si quiero que mi negocio cambie radicalmente tengo que ver si hay hueco en el mercado, analizar la competencia, los productos y servicios que quiero vender, cómo y a cuánto quiero venderlo, y analizar la viabilidad. Hacer un plan y ejecutarlo, medir los resultados y volver a hacer cambios si es necesario”.
“El empresario debe ser siempre emprendedor, porque es diferenciación, y si no te diferencias de los demás, o comes o te comen”, señaló.