En febrero y a primeros de marzo es tiempo de sembrar zanahorias.
Tenemos elegir un terreno donde la tierra sea ligera. Si es arcillosa, por ejemplo, tenemos que retirar la tierra como a una profundidad de 30 cm y echar mantillo.
La semilla es diminuta así que para que no nazcan muy juntas, os doy un consejo que he aprendido de mis mayores. Echo arena en un tarro, después echo las semillas y lo agito para que quede todo bien mezclado. De este modo, las zanahorias, no nacerán muy juntas ni quedarán «calvas».
Dice el refranero:
En el menguante de febrero es tiempo de sembrar zanahorias, decía mi abuelo.
No conocía ningún refrán sobre las zanahorias así que lo acabo de inventar con esa frase de mi abuelo que dedicó su vida a trabajar la tierra.
Propiedades:
La más importante es su alto contenido en caroteno que se transforma en vitamina A. Su consumo frecuente, evita enfermedades de la piel. También es considerado como un potente antioxidante.
Se puede consumir cocinada, cruda, en ensaladas, en zumo… y en repostería, donde mezclada con coco se pueden hacer unos coquitos de zanahoria que son de lo más exquisito.