El Gobierno de Extremadura impulsará una declaración institucional en la que se solicitará formalmente al Ejecutivo central la bajada del IVA Cultural del 21 al 10 por ciento con efectos a partir del mes de abril.
La vicepresidenta, Cristina Teniente, ha indicado que la intención es que esta declaración, cuyo texto debería contar con el apoyo de los cuatro grupos parlamentarios, se aprobase este jueves, día 26, en el último pleno de la legislatura.
Teniente ha destacado que el Ejecutivo extremeño confía en contar con el «respaldo y apoyo» de los grupos con presencia en el Parlamento de Extremadura para que así se pudiera aprobar dicha declaración.
«La rebaja del IVA cultural para el mes de abril impulsaría significativamente no solo la economía en Extremadura sino en el conjunto del país», ha indicado.
De esta forma, la vicepresidenta y portavoz del Ejecutivo extremeño ha manifestado que el sector cultural «dinamiza» la economía y el sector turístico de Extremadura, a lo que ha añadido que se solicita que dicha bajada tenga efecto a partir de abril por ser este mes en el que comienzan «muchas manifestaciones» culturales en la región.
Asimismo ha destacado que la petición de rebaja de este IVA en la cultura ha contado con «acogida» y «respaldo» de diferentes sectores y que por ello considera que tiene que hacerse «cuanto antes».
En esta línea, ha recordado que el presidente extremeño, José Antonio Monago, ha mostrado su oposición «frontal» a la subida del IVA en dicho sector, razón por la que se puso en marcha una «línea específica para compensar» a la industrial cultural de Extremadura y a su vez, ha dicho, para que los ciudadanos «no pagaran más a la hora de consumir los productos culturales» de la región.
«Ahora se está percibiendo que la economía se recupera y es el momento de darle un impulso a través de rebajas fiscales, y la rebaja del IVA cultural es una de las cuestiones que entendemos que hay que abordar cuanto antes», ha reiterado.
Ha asegurado que en Extremadura se ha «constatado» que bajar los impuestos es bueno para la economía porque favorece el consumo, aumenta con él la recaudación y estimula la creación de riqueza y empleo, por lo que entiende que «hay razones más que suficientes» para que el Gobierno central baje este impuesto.