Womad, en su edición de este año 2015, ha hecho que de nuevo la ciudad de Cáceres se llene de gentes venidas de diversas partes del mundo para disfrutar no solo de los conciertos, los talleres y las actividades paralelas sino del inmejorable ambiente y el excelente clima que se está disfrutando este fin de semana.
Segundo día de Womad y en Cáceres casi no cabe nadie. Ir de la Plaza de América a la Plaza Mayor, adentrarse en la Ciudad Monumental por el Arco de la Estrella hasta la Plaza de San Mateo, permanecer en la ciudadela o la plaza de San Jorge a la hora de los conciertos, es empaparase de Womad en toda su extensión, convivir con el ambiente peculiar que exhala esta manifestación musical , que se vive durante cuatro días en Cáceres, y que la convierte año tras año en la capital española de la convivencia a través del mensaje de unidad que se siente cuando se adentra en este mundo tan variopinto pero a su vez tan singular.
Womad no es solo conciertos o talleres. Womad pertenece a Cáceres desde hace muchos años, 1992, una efemérides en la que se celebró un festival que no se sabía si tendría visos de continuidad o no. Y ahí sigue, incombustible, con vaivenes de suspensión, afortunadamente no llevada a efecto, con cambios de escenario, pero al fin siempre ya en la Plaza Mayor y en la Plaza de San Jorge, en la que curiosamente no va a a haber ninguna representación dentro del Festival Clásico de teatro, pero sí los habituales conciertos womeros, porque con estos ni al oficialidad al uso puede con ellos.
Es obvio que además de los adeptos al Womad cacereño, existen los detractores. Ello debe servir para mejorar año a año. en esta ocasión, el sonido y la iluminación son mejores, y la concentración de público está muy bien controlada, aunque las aglomeraciones puedan con casi todo. La organización es la habitual, es decir, eficiente, y la calidad musical se podrá analizar una vez finalice el evento.
Lo cierto es que Womad existe y persiste y será muy complicado que desaparezca de estas latitudes cacereñas, simplemente porque es un acontecimiento ya eminentemente popular, arraigado sobremanera en los ciudadanos.