Su caso concitó mucha atención y solidaridad en España y ahora el Ministerio de Defensa ha accedido a la petición de baja del Ejército solicitada por la comandante Zaida Cantera. La ex militar tendrá acceso a la pensión máxima por acoso sexual. Además la jubila por pérdida de las actitudes psicofísicas en acto de servicio
El ejecutivo así, da la razón a la comandante Zaida Cantera y acepta su petición de baja del servicio. Dejará el Ejército con la pensión máxima. Y parece que los veredictos de los especialistas serán respetados. Defensa acepta la petición de la funcionaria una vez que los tribunales médicos que han examinado el expediente entienden que la situación de esta oficial se ajusta a la normativa vigente.
Hay que recordar que el 14 de julio de 2014, Cantera, que actualmente se encuentra de baja médica, solicitó la incoación de un expediente de insuficiencia de condiciones psicofísicas para continuar en el Ejército. El expediente ha pasado ya por manos de un tribunal médico, cuyas conclusiones positivas a la solicitud se han remitido a la Junta Médico Pericial, que a su vez lo elevó al Ejército de Tierra. Y el Ministerio de Defensa, lo elevó a Pedro Morenés, junto con los expedientes médicos.
La comandante abandonará el Ejército pero quedará con la pensión máxima. Según la legislación vigente, le corresponde cobrar 2.560 euros brutos al mes.
Su caso escandalizó a todo el país. Su ‘tortura’ se inició en 2008, tras su regreso de participar en la misión militar en Líbano. La comandante sufrió acoso sexual entre abril de 2008 y junio de 2009 por el entonces teniente coronel Lezcano, mientras estuvo destinada en Valencia. Denunció los hechos ante el Juzgado Togado Militar Central número 2. Tres meses después de la denuncia, fue trasladada al Regimiento de Guerra Electrónica de Sevilla. En marzo de 2011, el juzgado procesó a Lezcano, hecho que no impidió que cuatro meses después fuera ascendido a coronel, estando aún Carme Chacóncomo ministra de Defensa.
Finalmente, en marzo de 2012, ya con Pedro Morenés en el Ministerio, el tribunal condenó a Lezcano a dos años y 10 meses de prisión por abuso de autoridad en su modalidad de trato degradante a un subordinado y abuso de autoridad en su modalidad de maltrato de obra a subordinado.
Sin embargo, la condena no supuso el final de los problemas de Cantera. La comandante realizó varias denuncias, afirmando que estaba sufriendo nuevos episodios de acoso por parte de sus superiores como castigo por haber logrado la condena de Lezcano. Estas denuncias fueron archivadas.