España, según un estudio, (pongamos las prevenciones que queramos a ciertos estudios, pero cuando el rio suena, agua lleva) tiene, en concepto de sus habitantes, la tercera peor autoestima, del planeta ( y mira que los hay peores, pero es posible que allí no hayan hecho la encuesta) detrás de Venezuela y Argentina. Hemos conseguido nosotros mismos algo que no logró la leyenda negra, minusvalorarnos. Hasta me llama la atención que la RAE, habitualmente rotunda en sus definiciones, se torne titubeante ante el significado de la palabra; “Autoestima :Valoración generalmente positiva de sí mismo”. ¿Cómo que generalmente? ¿Se puede tener una autoestima negativa? Hay que reconocer que ciertos grupos sin duda poco numerosos, han hecho una labor de zapa, de acoso y derribo, lento, pero constante, que ha ido acelerándose en los últimos tiempos, con unos resultados terribles. Detrás de esta labor están las regiones “nuevos ricos”, como Cataluña y el País Vasco, a la que parece que se va incorporando otra Comunidad, que goza de los privilegios que no tienen el resto, Navarra.
Véase un gráfico procedente sin embargo de una fuente catalanista, del impulso que se dio a Barcelona con el apoyo del Estado a la Exposición Internacional y los privilegios respecto al resto de la nación, que fueron los cimientos sobre los que se sustentó, con la continuidad de los beneficios y proteccionismos de la dictadura de Franco que llegó a dar varios millones a fondo perdido para acabar con la deuda del Barça, “En 1971 el Consejo Nacional de Deportes, presidido por Gich, acordó conceder a fondo perdido 43 millones de pesetas al FC Barcelona para la construcción del Palau Blaugrana y el Palacio de Hielo. Quince días antes de la inauguración de las instalaciones, el 13 de octubre, la junta directiva del Barça entregó a Franco, y a Gich y a Fernández Miranda, la medalla de oro por la construcción de los dos palacios.” ( Anteriormente se habían concedido recalificaciones) Mientras en el resto de España se escatimaban incluso en ciudades capitalde provincia, para mejorar que hubiera agua corriente todas las horas del día, la que creó un espíritu de superioridad, que se ha quebrado.
Poco a poco se han ido desmontando valores tradicionales que constituían la base de nuestra común cultura. No es de extrañar, que en lugares como Valencia, un grupo minoritario y catalanista como “Compromís” desee quedarse con las Consejería de cultura para poder adoctrinar. Hay asuntos, que han sido desbancados de un modo radical. No se han hecho mucho eco los medios de Comunicación de la queja de algunos profesores universitarios de Historia y Bellas artes, ante la total falta de información religiosa de sus alumnos, lo que hace muy difícil el poder enseñar adecuadamente la asignatura. Es como si alguien que quiere estudiar ingeniero agrónomo no hubiera pisado nunca el campo y no sepa qué es un cereal. Cuando el Patrimonio artístico y nuestra cultura, tienen un componente que seguramente supera el 70% el mundo derivado de la religión.
Es tan poco popular lo de pertenecer a la Iglesia católica que un chiste lo refleja muy bien. Un cura le pregunta a un niño, preparándolo para la primera comunión.
-¿Tú quieres ser cristiano?
-No prefiero ser Messi.
Únase a esta carencia el que se haya considerado que la Unidad de España es cosa de Franco y por lo tanto quienes la preconizan son fachas, para que carentes de unas bases, y perdidos, sometidos a una dialéctica, en la que al Rey y a los políticos que son los que nos representa los tachan de casta, y aprovechados, cuando vemos diariamente a miles de ciudadanos concejales, preocuparse por las cosas de la ciudad sin llevarse un euro y a veces hasta costándoles dinero. Con todo esto, han conseguido que nuestra autoestima como españoles haya caído por los suelos, y dejemos de ver la realidad. Uno de los más apreciados dichos castellanos, casi un axioma, y al que supuestamente no puede ponerse objeción alguna es: “Obras son amores y no buenas razones” Pues no. El Gobierno ha aportado unos datos que nos demuestran que vamos por el buen camino, que se ha quedado atrás la crisis y los recortes, que baja el paro,la afiliación a la Seguridad Social sube, que en los buzones aparecen día sí día también publicitándose nuevas inmobiliarias, que se han comprado coches, como nunca…Y sin embargo han triunfado “las buenas razones”, de discursos críticos y vociferantes, pero carentes de propuestas que nos permitan a la cada vez menor clase media, seguir ampliando el número de personas, porque una sociedad libre y sana tiene que tener una clase media cada vez más amplia, sin polarizaciones de ricos y pobres.
Y es que una vez más carentes que un respaldo de valores y sin autoestima, cualquiera puede pescar en río revueltoy esta dicho parece que sí se cumple.