Ramón en mi anterior entrada me dirigía en su comentario críticas muy duras. Bienvenidas sean , siempre serán publicadas, salvo que atravieses la línea de criticar a los que no se pueden defender. En eso consiste también este tiempo nuevo, en que los que han estado callados reaparezcan porque sepan que se puede criticar sin que esa crítica te lleve al juzgado. Se llama libertad de expresión. Me comparas con Monago y te puedo asegurar que no nos parecemos en nada.
Cuando empecé hace unos meses este DIARIO alguien pensó que era una estrategia electoral. Los mismos que hace ocho años creyeron que aquel www.elcuadernodeguillermo.com era otra arma de campaña. Y no lo fue. Hoy es el BLOG más fiel a sus orígenes que tenga político alguno en España. Me someto a cualquier comparación.
Este DIARIO seguirá vivo en esta legislatura. Intentaré , como he hecho siempre, cumplir con mis compromisos. Y por ello espero poder sacar tiempo para contar mis días. Con normalidad, con naturalidad. “Estas loco” me dijo un compañero el otro día si pretendes mantener vivo un DIARIO de un posible presidente. “No lo estoy”, te lo aseguro, es que he entendido lo que ha pasado en la política española. Los ciudadanos se han ido a tres metros del cielo, y no por gusto, sino por la necesidad de alejarse de lo que no les gusta.. ¿Tan difícil resulta entender que lo que nos están pidiendo es que seamos como ellos? Ellos se cuentan sus vidas. “No puede ser”, me dijo una compañera. Hay obligaciones a las que no vas a poder renunciar. “Sí me das tiempo , te demostraré que te equivocas”.
Una gran parte de la sociedad ya vive en las redes sociales. Otros, sólo las usamos. Quiero hacer posible que en este nuevo mundo de la comunicación globalizada que es INTERNET, desde Extremadura, cada noche, uno que aspira a ser presidente si los diputados así lo deciden, pueda contar su día a día. Y que el ejemplo cunda.
Bueno,¿ y eso para que sirve? Para nada especial. Solamente para hacer lo que me permite sentirme bien. Si la gente fue un domingo de Mayo por la mañana a un colegio electoral a meter una papeleta en una urna con mi nombre al frente de una lista, ¿por qué no puedo yo contarle cada noche lo que hago, lo que siento y lo que me acuerdo de ellos?
¿Tan difícil resulta entenderlo?
Estoy convencido de que quien no entienda lo que está pasando , dejará de ser entendido por la gente.