EL BRUJO, UN RARO FENÓMENO TEATRAL

Dos días, el 10 y 11 de junio actúa en Cáceres, el único actor al que se le conceden dos días dentro del Clásico Festival de teatro, porque saben que llena y suscita risas, nada más que asoma su canosa pelambrera y ayer embutido en un chaqué con largos faldones blancos de su camisa. ”Yo también soy tan famoso como el otro Elcano, Juan Sebastián, el que dijo que la tierra era redonda, sin lados” (Muchos aplausos)

 [Img #44582]¿Por qué este nuevo éxito tratando otra vez temas tan mistéricos y desconocidos como la mística? Es que él respeta mucho a los místicos, porque “son portadores de gran sabiduría y belleza”, las cuales él intenta acercar al sencillo público, que no frecuenta mucho el teatro y de risa fácil, para que se ría con las anécdotas teresianas más llamativas, que él en cierta medida caricaturiza, como la explicación de lo que es “la vida perdurable”: es “vivir siempre, siempre, siempre, la base infantil de la mística teresiana”. Él no estaba seguro de si resultaba irreverente, porque se lo preguntó al público: y en algunos momentos sí que parodiaba, por ejemplo, con lo del ambulante brazo de la santa, que lo tuvo hasta Franco.

 

         También se preguntaba por qué estaba pasando desapercibido el V Centenario de su nacimiento; pero al menos por estos pagos cacereños se están celebrando conferencias, recitales, musicales y hasta un Congreso: El Brujo no estaba al tanto de esto; pero era el pretexto para contar pedagógica y cómicamente la vida de la santa abulense, y sus anécdotas más llamativas, especialmente de su primera etapa infantil y juvenil, pero mucho menos de cuando era  mayor y casi nada como reformadora del Carmelo.

 

          Otros guiños populistas fue al sublimar la figura del confesor de la santa, nuestro paisano “el místico” san Pedro  de Alcántara, de cuya leñosa almohada ironizó y contó alguna legendaria anécdota suya; ¿pero nuestro patrono no fue más un asceta que un místico? Él repetía que “le ahuyentó no sé cuántos demonios que la manipulaban con tentaciones carnales y temperamentales”; ¿tantos había especialmente sin cuernos, o sea los de la Inquisición y algunos alumbrados, con los que la confundieron, ¿verdad?

 

         También tuvo gracia, cuando al principio relacionó los contextos del siglo XVI con nuestro siglo, al identificar a los protestantes con los revolucionarios de Podemos o a los turcos otomanos con la Yihad actual,  etc. Porque, según Rafael Álvarez, estamos viviendo otro enorme cambio de era como en el Renacimiento, el cual es muy actual, así como también lo es la Santa y su mística tan actualísima. El broche final fue quizá lo más espectacular al hablar Jesucristo a la santa preguntándole quién era: ella le decía “Yo soy teresa de Jesús” y Él respondió: “Pues yo soy Jesús, el de Teresa”. Atronadores y prolongadísimos aplausos, con muchos bravos y elogios al público para este gran bululú andaluz y gracioso comunicador.