“La mitad de nuestros problemas en la vida pueden ser identificados por haber dicho que si demasiado rápido o por haber dicho que no demasiado tarde”.
Josh Billings.
Cuántas veces al día tenemos que mordernos la lengua para poder continuar la jornada sin estresarnos demasiado…cuántas veces nos encontramos con personas que si se lo permitimos, despiertan el ogro que llevamos dentro…
La forma de relacionarnos con los demás, se puede convertir en una fuente de estrés considerable. Por ello, decir las cosas de forma pausada, tranquila y desde la sinceridad, pero sin dañar a las demás personas, se hace necesario.
La asertividad es una técnica comunicativa que nos permite, a nosotros mismos y al receptor, incidir en la modificación de conducta de los demás. La palabra “asertivo”, proviene del latín “assertus” que significa “afirmación de la certeza de una cosa” así podemos afirmar que la persona asertiva es aquella que afirma con certeza.
Se define la asertividad como “la habilidad para expresar nuestras pretensiones, de una forma abierta, directa, adecuada y amable, consiguiendo decir lo que realmente queremos decir, sin violentar a los demás”. Se debe considerar uno de los principios más importantes de la asertividad, el respeto profundo del yo, solamente teniendo esto muy en cuenta, se puede respetar a los otros.
Richard Lazarus, ya nos decía que «Mucha gente necesita aprender sus derechos personales, como expresar pensamientos, emociones y creencias en formas directas, honestas y apropiadas sin violar los derechos de cualquier otra persona. La esencia de la conducta asertiva puede ser reducida a cuatro patrones específicos: la capacidad de decir «no», la capacidad de pedir favores y hacer requerimientos, la capacidad de expresar sentimientos positivos y negativos, y la capacidad de iniciar, continuar y terminar conversaciones”.
Esta habilidad tan importante de la Inteligencia Emocional, es importante desarrollarla para tener una vida interior sana y equilibrada, pues nos asegura que las frustraciones no van a instalarse en la persona, ya que estaremos en predisposición para vivir en la autenticidad sin provocar daños en los demás.
Tenemos derecho a ser personas asertivas, es decir, a acabar con lo que nos produce vergüenza, culpabilidad, miedo a ser evaluados negativamente, a acabar con las ataduras, con las opresiones, con lo que no queremos, con lo que nos perjudica o simplemente, no nos apetece…
Tenemos derecho a ser felices, a no querer tener un comportamiento asertivo pero sin ser marioneta de nadie, sino por simple voluntad de no hacerlo, tenemos derecho a que nuestros deseos sean tan importantes como los de los demás, a disfrutar de nuestros logros y de mostrar nuestras habilidades, derecho a un trato justo y a que no se aprovechen de nosotros, tenemos derecho a pedir favores y a solicitar ayuda, tenemos derecho a expresar nuestros deseos, nuestros sentimientos, nuestras opiniones, y a distribuir nuestro tiempo, y nuestros intereses, tenemos derecho a decir no y a rechazar peticiones sin sentirnos culpables, tenemos derecho a cambiar de opinión, a equivocarnos, a pensar antes de emitir una opinión y a no responder si lo consideramos necesario, a decir “no lo entiendo, explícamelo”, sin sentirnos mal o inferiores por ello, tienes derecho a sentirte bien contigo mismo, con lo que haces, sin importarnos lo que piensen de nosotros, a estar en soledad cuando se considere, a no justificarnos ante nadie si así lo deseamos, derecho a ser libres en su amplio sentido, al fin y al cabo, hay que recordar que todos lo somos y sobre todo, tenemos derecho a ser felices…
Con todo esto os deseo buena semana y buena vida y os envío un abrazo intenso…
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