CUANDO LOS RICOS NO QUISIERON JUNTARSE CON LOS POBRES

Ya lo tenemos asumido, pero si uno vuelve la vista atrás y analiza la composición provincial de las Comunidades Autónomas, que se realizó en su día, descubre lo humillante y discriminatorio que fue. Una vez más, las provincias que carecían de riqueza, por el desamparo histórico sufrido en los dos últimos siglos y fundamentalmente por la Dictadura franquista, o carecieron de voz, sus representantes de peso, o acostumbradas a la resignación, no gritaron ante tamaña injusticia, y fueron ninguneadas.

 

Porque el mapa autonómico de la España actual, puede tener un cierto componente histórico o cultural, pero sobre todo,  es fruto de los pactos autonómicos de 1981 y 1992, que nunca fueron refrendados ni llevados a las Cortes. Fue un tejemaneje de intereses, en el que las provincias “ricas” se desembarazaron de sus compañeras pobres, que podrían lastrar su crecimiento y su riqueza. Así, Logroño, que se hizo llamar la Rioja, no quiso saber nada de sus viejos compañeros de Castilla la Vieja, cuya composición recitábamos de memoria y con soniquete, en aquellas escuelas, donde el único libro era la Enciclopedia. –Santander, Burgos, Logroño, Soria, Segovia y Ávila. No es tampoco comprensible y no ha sido totalmente asumido por sus habitantes, el que unieran el viejo Reino de León; León Zamora Salamanca, Valladolid  y Palencia. Con, Castilla la vieja: Santander (hoy  Santander es la Comunidad de Cantabria, cuya riqueza era superior ) Burgos, Logroño (La Comunidad de La Rioja), Soria, Segovia, y  Ávila.

 

Y por supuesto la riquísima Madrid, no podía permanecer con las pobretonas provincias de Castilla la Nueva, a la que se le incorporó Albacete, que podía ser un lastre de la rica Murcia.

 

Claro está que de esta consideración surgió el artículo 143, que plasmaba  la filosofía que aglutinaría a las provincias en las respectivas Comunidades Autónomas.

 

“Artículo 143

1.   En el ejercicio del derecho a la autonomía reconocido en el artículo 2 de la Constitución, las provincias limítrofes con características históricas, culturales y económicas comunes, los territorios insulares y las provincias con entidad regional histórica podrán acceder a su autogobierno y constituirse en Comunidades Autónomas con arreglo a lo previsto en este Título y en los respectivos Estatutos.”

 

Porque se podía ser provincia limítrofe, tener similares características históricas y culturales, pero ¿características económicas semejantes? Va a ser que no, porque yo soy rica y las otras pobres así es que, me voy por libre.

 

Y esto que se “perpetró ” contra las provincias pobres, lo han asumido, a su vez, otras Comunidades Autónomas, que piensan lo mismo, pero esta vez de España. –Si yo, Cataluña o País Vasco, soy más rica-¿Por qué voy a permanecer en el mismo espacio político, que el resto de las pobretonas Comunidades Autónomas de España? Así es que me quiero ir.

 

Es evidente que si no tuvieran ese poderío económico, que además depende de existencia de un mercado casi total, en el resto de España, (ABC . 06/04/2015 Aragón / política “Cataluña vende al año casi 2.000 millones de euros más en Aragón que en Francia”) no se le pasaría por la cabeza el querer independizarse.

 

Y esto tiene solución, por una parte la construcción de una vez por todas del Eje 16, que deje alternativas al bipolio, de las comunicaciones por tierra de salida de España, polarizado entre el  País Vasco Y Cataluña, fuente de grandes ingresos. Esto no está en nuestras manos sino del Gobierno, aunque sí se le puede exigir, que se haga. Pero lo que sí está en ellas, es mirar si este producto que vamos a comprar se factura en estas Comunidades, ahora sí hay alternativas a todos y de paso damos puestos de trabajo a nuestra propia región o a otras que lo necesitan más. De acuerdo que envasadoras de tomate, confeccionadoras de hamburguesas, o caldos, productoras  de nueces o frutos secos, extremeños, se producen para empresas catalanas, pero hay otras cosas que no. Nadie es lo suficientemente autosuficiente como para no necesitar de los otros. Y sobre todo. ¡Hagámonos valer¡ Nadie es superior a nosotros, y menos aún aguantar que, tras haberle comprado sus productos haciéndolos ricos con nuestro dinero,  nos miren por encima del hombro y no quieran juntarse por si la pobreza es contagiosa. Puede, que si siguen así, lo acaben descubriendo ellos por sí mismos.