He vuelto a situarme virtualmente en el otero de la Peña Redonda, allí acudíamos para intentar comprender lo que sucedía y que por los pocos años no entendíamos, pero ahora tampoco es entendible lo que ha pasado. ¿No estábamos en una crisis que ha entristecido a muchas familias?, ¿no estamos saliendo de esa crisis? ¿Por que hay todavía tanta gente sin trabajo entonces…?. Preguntas y preguntas, que me han conducido a intentar pensar desde allí y me ha venido a la memoria la figura señera de don Jacinto Benavente, ya en nuestros tiempos mozos habíamos tenido entre nuestras manos, alguno de sus libros y sobre todo “ Los intereses creados (1907.)
Me parecía muy de actualidad lo siguiente: “He aquí el tinglado de la antigua farsa”, la que alivió en posadas aldeanas el cansancio de los trajinantes, la que embobó en las plazas de humildes lugares a los simples villanos, la que juntó en ciudades populosas a los más variados concursos, como en París sobre el Puente Nuevo, cuando Tabarín desde su tablado de feria solicitaba la atención de todo transeúnte, desde el espetado doctor que detiene un momento su docta cabalgadura para desarrugar por un instante la frente, siempre cargada de graves pensamientos, al escuchar algún donaire de la alegre farsa, hasta el pícaro hampón, que allí divierte sus ocios horas y horas, engañando al hambre con la risa; y el prelado y la dama de calidad, y el gran señor desde sus carrozas, como la moza alegre y el soldado, y el mercader y el estudiante”.
Esta pieza maestra de Benavente, si nos fijamos un poco, puede servir para lo que ahora ha pasado, para lo que ahora está pasando. ¿o no ¿ posiblemente no, y puede que sean figuraciones personales, que no se pueden entender, o también que nada tenga que ver con la realidad de lo que pasa entre nosotros.
Si pasamos a la realidad política de España, ¿Por qué no se entiende por los grandes Partidos la necesidad de reformar la ley electoral .que daría respeto a la decisión mayoritaria de los electores con ese respeto a la mayoría ganadora? o bien podría regular una segunda vuelta electora, ¡cómo en la mayoría de los países de tradición democrática en Europa!.
Con los ayuntamientos ya constituidos, ha llegado el momento de reactivar la reforma electoral, propuesta hace ahora un año, es imprescindible para solucionar el «desmadre» de pactos de perdedores que se ha visto este fin de semana por toda España. Se hace necesario que el Gobierno impulse la reforma electoral, a la espera de decidir si es mejor primar a la mayoría ganadora o bien instaurar una segunda vuelta electoral, para que los ciudadanos puedan elegir entre las opciones que pasen un listón determinado de votos.
El presidente lanzó la propuesta hace un año
Los intereses creados no son imaginarios, deben ser los que demande el interés general de la sociedad española