La Guardia Civil ha detenido a tres personas, vecinas de Casar de Cáceres, por los delitos de estafa y otro relativo contra el mercado y a los consumidores, e imputado a otro vecino de Casar de Cáceres, así como a otras cuatro personas relacionadas con empresas del sector lácteo ubicadas en las provincias de Badajoz, Sevilla, Toledo y Zamora, por delitos de falsedad y contra el mercado y los consumidores.
![Tres detenidos y 5 imputados en una operación contra el fraude alimentario [Img #45125]](upload/img/periodico/img_45125.jpg)
El análisis de la información obtenida en aquella operación condujo, inicialmente, a confirmar la existencia de una nave, localizada en Casar de Cáceres donde, además de almacenarse un volumen importante de quesos, se procedía a la manipulación, curación y re-etiquetaje de esos productos, sin que dichas instalaciones figurasen inscritas en registro oficial alguno, ni se hallasen habilitadas para esas prácticas, hallándose únicamente autorizada la empresa que realizaba esas operaciones, para la “venta en establecimientos no permanentes”, de quesos y productos lácteos.
Recabada esa información, en diciembre de 2014, se inspeccionó el interior de la nave, contando para ello con la colaboración de los servicios veterinarios del Centro de Salud de Casar de Cáceres, a resultas de la cual se procedió al precinto e intervención cautelar de aproximadamente 4.000 quesos, parte de ellos desprovistos de etiquetas, con deficiencias evidentes, presentando otros alteraciones en las fechas de consumo preferente y loteado, además de hallarse algunos caducados y en precario estado de conservación.
También 25.300 etiquetas de diferentes variedades de quesos, correspondientes a doce marcas comerciales; diversos utensilios y maquinaria para el etiquetaje, tratamiento y embalaje de quesos y documentación de carácter comercial (albaranes, facturas…..).
Las investigaciones permitieron determinar que los quesos desprovistos de etiquetas (mil aproximadamente), procedían de dos empresas dedicadas a la elaboración de esos derivados lácteos ubicadas en Casar de Cáceres, donde se efectuaron sendas inspecciones, acreditándose, en la primera de ellas, que el traslado y transacción de los mismos se había materializado incumpliendo los requisitos legalmente establecidos, amparados, además, en un documento en el que no se garantizaba trazabilidad alguna del producto, y asignándole una fecha de fabricación falsa.
En la segunda se constató, igualmente, que la asignación de fechas de consumo preferente no se ajustaba en modo alguno a las fichas técnicas de los productos de esa firma comercial, haciéndose de forma arbitraria, excediéndose en varios meses la fecha de vida útil que realmente les correspondía.
Posteriormente durante los meses de marzo, abril y mayo se inspeccionaron un total de 14 empresas dedicadas a la elaboración de productos lácteos, 9 de ellas ubicadas en la provincia de Cáceres, y las otras 5 en las provincias de Badajoz, Toledo, Sevilla y Zamora, con la finalidad de confirmar el alcance de las relaciones comerciales existentes, entre los responsables de estas, con respecto a los titulares de las instalaciones donde se intervinieron inicialmente los quesos en la localidad de Casar de Cáceres.
Se advirtieron múltiples disfunciones e irregularidades en cuanto a la utilización de sistema de loteados, e incluso la simulación de números de lotes que aún no habían llegado a ser liberados al mercado por la firma comercial que elaboraba esos productos, atribuyéndoles a otros, en el texto de las etiquetas, la cualidad de quesos “sin gluten”, cuando las industrias responsables de su elaboración, en ningún caso, le atribuían esa condición.
CADUCADOS O EN MAL ESTADO
Las investigaciones policiales se vieron sustentadas por distintos informes emitidos por los facultativos del Servicio Extremeño de Salud que acreditaban que los productos inmovilizados “estaban caducados, o en mal estado por pérdida de las cualidades organolépticas o había sido imposible reconstruir su trazabilidad … revelándose la asignación arbitraria de los números de lote y fecha de caducidad”.
También por funcionarios de la Sección de Lucha contra el Fraude que indicaban que en las etiquetas se habían detectado múltiples irregularidades, calificándolas como “infracción por clandestinidad” , e “infracción por fraude”, de acuerdo con lo estipulado en la norma reguladora.
Como resultado de estas gestiones se produjo la detención de las tres personas que regentaban la nave ubicada en Casar de Cáceres, como presuntos autores de delitos de estafa y otro relativo al mercado y a los consumidores, además de la imputación del titular de una de las empresas del sector ubicada en la misma localidad, por su implicación en la comisión de un supuesto delito de falsedad documental.
Y la imputación de otras cuatro personas, todas ellas en su condición de administradores, apoderados, gerentes y socios de distintas empresas del sector lácteo, a los que se les atribuye la comisión de sendos delitos relativos al mercado y los consumidores.
Ante estas evidencias, la Dirección General de Salud Pública del Gobierno de Extremadura, acordó el decomiso y posterior destino a destrucción de todos los quesos inmovilizados, exceptuándose aquellas partidas en las que pudo acreditarse su lícito origen. La destrucción de casi 3.000 quesos se realizó en las instalaciones del Eco-Parque de Cáceres.
El valor de los quesos inmovilizados y destruidos podría alcanzar en el mercado los 30.000 euros. No obstante, dada la continuidad en estas prácticas defraudatorias apreciada durante las investigaciones, el perjuicio a los consumidores por la introducción en el mercado de quesos atribuyéndoles características, lotes o fechas de consumo preferente falseadas podría ser de varios cientos de miles de euros.
Las Diligencias instruidas por la comisión de estos hechos han sido entregadas en el Juzgado de Primera Instancia e Instrucción número DOS, de los de Cáceres.






