El Grupo Municipal Socialista de Cáceres ha registrado este martes, día 21, un escrito dirigido a la Sección de Actividades del consistorio en el que solicita la actuación de oficio de la administración ante la venta de libros de texto y material escolar en nueve colegios concertados cacereños.
De esta forma, el PSOE ha afirmado en dicho escrito tener conocimiento de que esta actividad comercial se lleva a cabo en el centro concertado ‘Licenciados Reunidos’, así como en el ‘Sagrado Corazón de Jesús’, ‘San Antonio de Padua’, ‘Santa Cecilia-Carmelitas’, ‘Giner de Los Ríos’, ‘María Auxiliadora’, ‘Paiduterion’, y ‘Nazaret’.
El portavoz del PSOE municipal, Luis Salaya, acompañado por la concejala socialista María Ángeles Costa, ha explicado este martes que la queja se ha realizado ante la respuesta del ayuntamiento cacereño de que «ningún colegio tiene licencia para la venta de material escolar».
Asimismo, Salaya ha recalcado que la demanda del PSOE lo es también de los libreros y de los padres, al tiempo que ha asegurado que se «está perdiendo empleo y se podría estar llevando a cabo una competencia desleal a los libreros»,
Ante ello, María Ángeles Costa ha apostillado que ese descenso del empleo se debe a que «quienes venden los libros son profesores o antiguos profesores, por lo que las librerías ya no necesitan reforzar sus plantillas en estos meses».
Cabe recordar que esta concejala socialista preguntó a la alcaldesa, Elena Nevado, el pasado jueves, día 16, durante el pleno ordinario del Ayuntamiento de Cáceres si se había dado licencia para esta actividad a alguno de los citados centros, algo que Nevado negó e instó a que quien tuviera conocimiento lo denunciara, para actuar.
En opinión de Costa, la repuesta de la primera edil cacereña es «incongruente», ya que, en su opinión, «el ayuntamiento puede actuar de oficio».
Asimismo, los concejales socialistas han negado conocer las consecuencias a las que se exponen los colegios que ejercen esta actividad sin la perceptiva licencia y han aclarado que su queja no se dirige a «bancos de libros, préstamos o a ayudas a estudiantes, sino a la venta de libros de texto nuevos».
«Lo deseable es que quien venda material escolar tenga las mismas condiciones que las librerías», ha concluido Salaya.