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Cruz Roja vigila la zona de baños del lago Proserpina

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Un dispositivo formado por cinco personas, entre los que se encuentran dos socorristas, un patrón de embarcación y dos técnicos de emergencias, conforma el servicio preventivo de vigilancia y socorrismo a cargo de Cruz Roja en la zona de baños del lago Proserpina de Mérida.El dispositivo preventivo del embalse de la capital autonómica es el único que Cruz Roja ofrece en toda Extremadura, gracias a un acuerdo con el ayuntamiento emeritense.

   [Img #45395]Las tareas de vigilancia se realizan los fines de semana, desde el viernes por la tarde hasta el domingo, que «es el día con más afluencia de público», y acabarán el 31 de agosto.

 

   Este dispositivo cuenta con un servicio de vigilancia con socorristas acuáticos, un puesto de socorro, una embarcación para desplazarse por el lago y un servicio de ambulancia, por si hubiese que derivar a alguna persona a un centro sanitario como consecuencia de cualquier incidente, ha señalado Jesús López Santana.

 

   Así, la «función principal» de estos socorristas es la de actuar como agentes de prevención de salud, es decir, vigilan y hacen una serie de recomendaciones a los bañistas que van encaminadas a que la gente disfrute del baño de «una forma segura», ha añadido el director de comunicación de Cruz Roja Extremadura.

 

   Asimismo, Jesús López Santana ha señalado que en el lago Proserpina «afortunadamente» no ha habido ningún incidente «destacable» relacionado con el medio acuático, aunque sí ha habido intervenciones como picaduras o pequeños cortes.

 

OTROS RECINTOS DE BAÑO

 

   Por otro lado, hay otros recintos de baños, como en las piscinas públicas, donde es obligatorio contar con socorristas, muchos de los ellos formados por Cruz Roja. De hecho, esta organización forma en torno a unos 400 socorristas acuáticos al año en Extremadura.

 

   Además, hay otros espacios naturales de baño que no cuentan con servicio de vigilancia, y «más en una comunidad autónoma en la cual hay el mayor número de kilómetros de costa de agua dulce».

 

   Por lo tanto, en estos espacios de baños donde no hay servicio de vigilancia, la recomendación de la Cruz Roja es «extremar todavía más todas las precauciones del baño», ha señalado López Santana.

 

RECOMENDACIONES

 

   Así, es «importante bañarse acompañado» en los espacios naturales, y hacerlo sólo en los espacios que estén habilitados. Jesús López Santana ha añadido que lo «ideal» es bañarse en lugares con vigilancia, pero si no la hay, es «recomendable hacerlo en una zona en la que cubra, utilizando calzado para proteger los pies, puesto que se desconoce el fondo y eso puede acarrear heridas en las extremidades».

 

   Además, también hay que hacer un «uso responsable» del espacio de baño, por lo que hay que evitar zambullirse de cabeza en los lugares que desconocemos el fondo, ya que un impacto en esa zona del cuerpo puede provocar una lesión medular a nivel de la columna «realmente grave e incluso la muerte», ha apostillado López Santana.

 

   El bañista, al «menor signo de malestar» cuando está en el agua tiene que salirse porque «una pérdida de conocimiento dentro del agua puede tener unas consecuencias fatales», ha aseverado.

 

   Asimismo, hay que evitar también meterse en el agua de manera brusca, ya que la inmersión debe hacerse de «forma gradual» para que el cambio de temperatura del exterior al agua no provoque el síndrome de hidrocución o corte de digestión, y para ello hay que mojarse los tobillos, las muñecas y la nuca antes de meterse en el agua.

 

   Por otro lado, si alguien está en dificultades en el medio acuático, el instinto hace que el bañista vaya a rescatarle, lo que es «un error», ya que rescatar a alguien que tiene dificultades en el agua «requiere de una destreza y unas técnicas especiales», por lo que «es preferible lanzar un objeto que flote y pedir ayuda de forma inmediata al llamar al centro 112».

 

   Por último, también hay que extremar la precaución en los cauces del río con las corrientes o las pozas porque pueden jugar «muy malas pasadas aunque la persona sea una experta nadadora», por lo que «es importante bañarse en zonas muy conocidas».

 

CASOS DE AHOGAMIENTO

 

   En otro orden de cosas, Jesús López Santana ha explicado que en lo que va de 2015, en Extremadura al menos 4 personas han perecido ahogadas, tanto en cauces naturales como en piscinas privadas.

 

   Cruz Roja estima entre 70 y 150 ahogamientos al año en España, y en lo que llevamos de 2015, ya se ha superado esa cifra, ha indicado el director de comunicación de Cruz Roja Extremadura.

 

   Por otro lado, para casos de desapariciones en zonas acuáticas en la región, Cruz Roja cuenta con un equipo especializado de «respuesta inmediata» que está integrado en el sistema público de emergencias, y que cuenta con una treintena de voluntarios y 7 embarcaciones que pueden desplazarse a cualquier punto de Extremadura.


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