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[Img #45476]Para los Tradicionalistas sus ideales políticos se resumían en tres palabras. Dios, Patria y Rey. Los mismos, que los de algunos partidos de nueva factura, que también tienen en su mente estas tres palabras; Dios, Patria y Rey. Pero para hacer todo lo posible para destruirlas y que desaparezcan de la vida cotidiana de los españoles. Empezaré por lo del Rey. Contra los hechos sobran los argumentos, contra facta non valent argumenta, que afirmaba un viejo aforismo. Día a día se quitan símbolos o estatuas que recuerdan que España es Constitucionalmente una monarquía, y que esta, constituye un nexo de unión entre todos los españoles, por encima de regiones, religiones o partidos, y quizás es este, uno de los intereses que también persiguen contra la segunda idea, Patria, porque fomentan todo aquello que nos separa, (nacionalismos, inmersión lingüística, y victimismo). Resulta, cuando menos, llamativa la retirada del busto del rey Juan Carlos, en el Ayuntamiento de Barcelona sin poner en su lugar, el  del actual rey Felipe VI, y si el motivo era porque, como los yogures, había caducado, deberían retirar  también el cuadro que preside la sala, un retrato de la regente María Cristina con su hijo Alfonso XIII, obra de José Masriera, uno de los grandes pintores catalanes de finales del XIX y principios del XX, que sin duda, por lógica, estará más pasado de fecha.  Se sea o no monárquico hay que reconocer, que un Rey, es más representativo que un Jefe de Gobierno, y , más barato, y hay que ir a lo práctico, que para elucubraciones y comidas de tarro, ya hay bastante gente.

 

Pero en lo que me voy a centrar, en es esa enquina contra la religión, eso sí, sólo católica, los musulmanes u otras confesiones no entran. Y en ello, estos que parecen haber descubierto la renovación política, engarzan sus ideas con acontecimientos de la Historia de España de principios de siglo XX. La retirada en Córdoba de un cuadro de S. Rafael, patrono de la ciudad,   del Ayuntamiento, y los continuos desaires a tradiciones religiosas, cuando no ataques directos, recordando viejos odios, “arderéis como en el 36”, ponen en el punto de mira a algunas opiniones, en las que como no tienen argumentos para meterse con la inmensa labor social de la Iglesia española, dentro y fuera de nuestra nación, se meten con las cosas del dinero, intentando marear la perdiz y como en un juego de manos, intentan que el que recibe el mensaje no se entere de la trampa. No hay cosas que sean más populistas que hablar de privilegios económicos,  y ahí es donde  se centran hablando de presuntos privilegios económicos a la Iglesia, como el IBI, y como lo han cogido como bandera de ataque, de ahí que les denomine “ibicencos”, recordando también, que por las calles centrales  de Ibiza pasean  los tipos más variopintos, pero estos son gente divertida y con ganas de vivir la vida, no gente resentida y con ganas de incordiar.

 

Veamos lo del Ibi. Los que acuden con frecuencia al argumento de que la iglesia española no paga el ibi, de sus edificios,  no deben pertenecer a ninguna Ong, ni  asociación de cualquier tipo, sin ánimo de lucro, porque sabrían que ellas, tampoco lo pagan. Como tampoco lo hacen las demás comunidades religiosas que tienen las mismas exenciones, las Iglesias evangélicas, las Comunidades judías o la Comisión islámica.La ley  del mecenazgo del 2002, incluye todas las fundaciones, asociaciones  de utilidad pública, ong,s  dedicadas al desarrollo, y las federaciones deportivas. Todas están exentas de pagar por todos sus bienes, siempre que con estos no realicen actividades económicas de las que no están exentas.

 

Los mantenimientos, de los grandes monumentos, iglesias, catedrales, y obras de arte,  cuya propiedad nominal es de la Iglesia,(no puede disponer de ellas si tienen carácter cultural y artístico) y  que están abiertas a todo el mundo, menos de lo que se desea, porque de vez en cuando nos sorprende (por decir algo, porque ya no nos sorprende nada) , que en alguna iglesia han destrozado, tirándola al suelo una imagen, que pretenden prenderles fuego, “ la iglesia que más ilumina es la que arde” ponen en las pintadas de las fachadas, o que intentan robar, incluso escondiéndose bajo los bancos o en los confesionarios, y lo que hay, nos pertenece a todos, aunque exceptuando las subvenciones de ministerio para restauraciones de tipo cultural, todo lo mantiene la comunidad católica.

 

Pero habrá que esperar, ya se sabe que el tiempo, al final, devuelve todas las cosas a su sitio, menos las tetas, el culo y la barriga, pero ese, ya es otro tema.

 

 


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