Pero en lo que me voy a centrar, en es esa enquina contra la religión, eso sí, sólo católica, los musulmanes u otras confesiones no entran. Y en ello, estos que parecen haber descubierto la renovación política, engarzan sus ideas con acontecimientos de la Historia de España de principios de siglo XX. La retirada en Córdoba de un cuadro de S. Rafael, patrono de la ciudad, del Ayuntamiento, y los continuos desaires a tradiciones religiosas, cuando no ataques directos, recordando viejos odios, “arderéis como en el 36”, ponen en el punto de mira a algunas opiniones, en las que como no tienen argumentos para meterse con la inmensa labor social de la Iglesia española, dentro y fuera de nuestra nación, se meten con las cosas del dinero, intentando marear la perdiz y como en un juego de manos, intentan que el que recibe el mensaje no se entere de la trampa. No hay cosas que sean más populistas que hablar de privilegios económicos, y ahí es donde se centran hablando de presuntos privilegios económicos a la Iglesia, como el IBI, y como lo han cogido como bandera de ataque, de ahí que les denomine “ibicencos”, recordando también, que por las calles centrales de Ibiza pasean los tipos más variopintos, pero estos son gente divertida y con ganas de vivir la vida, no gente resentida y con ganas de incordiar.
Veamos lo del Ibi. Los que acuden con frecuencia al argumento de que la iglesia española no paga el ibi, de sus edificios, no deben pertenecer a ninguna Ong, ni asociación de cualquier tipo, sin ánimo de lucro, porque sabrían que ellas, tampoco lo pagan. Como tampoco lo hacen las demás comunidades religiosas que tienen las mismas exenciones, las Iglesias evangélicas, las Comunidades judías o la Comisión islámica.La ley del mecenazgo del 2002, incluye todas las fundaciones, asociaciones de utilidad pública, ong,s dedicadas al desarrollo, y las federaciones deportivas. Todas están exentas de pagar por todos sus bienes, siempre que con estos no realicen actividades económicas de las que no están exentas.
Los mantenimientos, de los grandes monumentos, iglesias, catedrales, y obras de arte, cuya propiedad nominal es de la Iglesia,(no puede disponer de ellas si tienen carácter cultural y artístico) y que están abiertas a todo el mundo, menos de lo que se desea, porque de vez en cuando nos sorprende (por decir algo, porque ya no nos sorprende nada) , que en alguna iglesia han destrozado, tirándola al suelo una imagen, que pretenden prenderles fuego, “ la iglesia que más ilumina es la que arde” ponen en las pintadas de las fachadas, o que intentan robar, incluso escondiéndose bajo los bancos o en los confesionarios, y lo que hay, nos pertenece a todos, aunque exceptuando las subvenciones de ministerio para restauraciones de tipo cultural, todo lo mantiene la comunidad católica.
Pero habrá que esperar, ya se sabe que el tiempo, al final, devuelve todas las cosas a su sitio, menos las tetas, el culo y la barriga, pero ese, ya es otro tema.