Ayer fue un día importante para mí aunque hay gente que ni lo comparta ni lo entienda. La Junta de Extremadura ya es paritaria tanto en el Consejo de Gobierno como en la estructura ejecutiva. Me hacen mucha gracia los que me han contestado en las redes diciendo que lo importante no es la igualdad de género sino la capacidad de las personas. En nombre de “la capacidad de las personas” ha habido en las historia de este país verdaderos incapaces, hombres por supuesto, al frente de las instituciones. La cuestión es que no están por ser mujeres, sino que ahora están porque somos iguales. Y cuando somos iguales y tenemos las mismas oportunidades, solamente cuenta la capacidad.
Tras el Consejo de Gobierno, la rueda de prensa. ¿De dónde va a sacar los recursos para cumplir los compromisos? Dejando de hacer otras cosas que son menos prioritarias. Y lo repito una vez más. Vamos a dirigir las inversiones hacia la economía productiva y el empleo. También la rehabilitación del patrimonio, de viviendas, la eficiencia energética, las comunicaciones, el turismo, la depuración y la tecnología. Pero hasta que en Extremadura no garanticemos que nadie pase hambre ni frío, que los libros de texto y el transporte escolar están garantizados y que los ciudadanos son atendidos a tiempo por el sistema sanitario, no habrá patrocinio de conciertos de cantantes de fuera de Extremadura ni más rotondas financiadas con dinero de la Junta.
Luego me reuní con los presidentes de las Diputaciones Provinciales. Abordamos, entre otros temas, la necesidad de hacer frente a la situación de las personas que están paradas y han perdido todas las prestaciones.
Hoy he mantenido un debate en Facebook que me lleva a la siguiente propuesta: todo aquel que tenga alguna información sobre conductas irregulares de cargos públicos, contrarias a la ética y que pueda aportar un mínimo probatorio, que se ponga en contacto conmigo. Me comprometo a investigarlo y a informar del resultado al que me lo haga llegar.
Pero si no existe ese mínimo probatorio o se comprueba que lo que se pretende es destruir la reputación y el honor de los cargos públicos, que nadie espere de mí que colabore con ello. Lo he sufrido estos cuatro años en primera persona, como lo ha sufrido mucha más gente.
Guillermo
