¡Madre mía lo que sigo aprendiendo cada día! Basta con ser consciente

Esta mañana salí temprano para hacer algo de ejercicio en la margen del Guadiana en Mérida. Cuando ya volvía a la casa de la Junta me encontré a un grupo de peregrinos cerca del Albergue. Querían saber cosas de Mérida y de Extremadura. En ese momento sentí una mezcla de muchas cosas, pero sobre todo me sentí a gusto hablando de nosotros. La gorrilla, el lugar,  los pelos en la cara y el sudor hicieron que ninguno me conociera. Luego estuve preparando un par de reuniones que tengo mañana en Madrid.

 

A media mañana visité GEPEX, el Grupo de Empresas Públicas de Extremadura. Me agradó poder compartir con ellos un rato. Tenemos ideas pero por encima de todas, seis: 1. Ser útiles a la vida de los extremeños. 2. Que dentro de cuatro años no hayamos hecho milagros,  pero sí hayamos conseguido mejorar la calidad del servicio que préstamos. 3. Transparencia en la contratación. 4. No meternos donde la iniciativa privada puede llegar. 5. Ser referentes en los derechos y deberes de los trabajadores. 6. Y poner en valor la responsabilidad social de la empresa.

 

Luego un par de entrevistas más y a comer a casa. Por el camino una pareja me invitó a una caña. Tienen una empresa de FUMIGACIONES. Sus hijos han emigrado a Zaragoza donde han encontrado trabajo… Ellos me han dado la mejor de las clases. Sobre los requisitos que les exigen, las titulaciones, el impuesto de transmisiones y la vida. Hemos hablado mucho de la vida que nos toca vivir. Y de cómo podemos ayudarles y ayudarnos entre todos. Casi  los dejé con la palabra en la boca por miedo a que me cumpliera el ticket de la zona azul.

 

Por la tarde he estado escribiendo artículos que me han pedido y preparando algunas entrevistas. Y haciendo números que me llegan de la Consejería de Hacienda y que nos sitúan en un escenario muy complicado. No quiero aburrios, pero en septiembre contaré todo lo que hemos encontrado y sus consecuencias…

 

Luego he ido con María Luisa a Carrefour. Unos chicos estupendos nos han atendido en un asunto familiar de móviles. Da gusto hablar con ellos. Tengo la sensación de que creen que les hemos fallado. Y la convicción de que lo hemos hecho. Me han dado algunas ideas, pero sobre todo una: “Arriesga, tío, arriesga”.

 

Cambiemos los paradigmas porque la vida ya cambió…