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UGT denuncia el incremento de la desigualdad de género en el mercado laboral extremeño

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Las trabajadoras extremeñas tenían en 2013 un salario anual menor que en el 2008, la reforma laboral ha influido en que las mujeres con contrato temporal pierdan hasta 2.130 euros en ese período, siendo las grandes perjudicadas por la devaluación salarial.

Desde que comenzase la crisis en el año 2008,  la evolución del papel de la mujer en el ámbito laboral haya sufrido importantes retrocesos, tanto en términos de tasa de paro como de tasa de empleo, seguimos siendo la peores paradas a la hora de incrementar dichos niveles, y actualmente tenemos serias dificultades en nuestra incorporación al mercado de trabajo, y una vez en él, predominan la temporalidad y la parcialidad.

 

Precisamente debido a que las mujeres se caracterizan por una mayor parcialidad en sus jornadas laborales, obtienen menores ingresos.  Según la Encuesta Anual de Estructura Salarial publicada en el año 2013 (último dato publicado) el salario medio de las trabajadoras extremeñas estaba por debajo del los que tenían en el año 2008: 16.304,55 euros frente a 16.623,40 euros. Por el contrario en el caso de los varones en ese mismo período sus salarios han crecido de manera uniforme, registrando un incremento de hasta el 12,33% en esos años.
De igual forma en materia de contratación, se refleja que los recortes de salarios en el período que va desde el año 2008 al 2013 tienen su origen y causa fundamental en la temporalidad. En el caso de las mujeres, mientras las que tienen un contrato indefinido se han mantenido con un ligero avance,  sin embargo las que tenían la modalidad de contrato temporal han sufrido un retroceso del 15,7%, lo que se traduce en una pérdida de 2.130 euros al año de su salario medio, duplicando la rebaja salarial de los varones, que en la misma situación sólo perdieron el 7,6%.

 

Los efectos de la reforma laboral se demuestran especialmente nocivos para con las mujeres y su ganancia salarial, lo que ha incidido en un aumento de la desigualdad de género. A partir de 2012 se aprecia un notable aumento de la brecha salarial, que en Extremadura en 2008 era de un 14,3%, en 2013 ha alcanzado un máximo histórico del 25,14%, es decir casi 11 puntos porcentuales de diferencia. 

 

Es evidente que las políticas de recorte han propiciado que la mujer sea la destinataria del empleo temporal y de “baja calidad”, y el peor  de los casos se vea abocada a volver a casa al cuidado de pequeños y mayores. Los datos van más allá y reflejan que las Políticas de Igualdad existentes hoy en día, resultan ineficaces, puesto que las desigualdades entre sexos en el ámbito familiar continúan siendo latentes, siendo considerables el número de mujeres que compatibilizan su jornada a tiempo parcial con la atención a los miembros de la familia, en concreto un 28,9%, mientras que un pequeño porcentaje de hombres lo hacen, tan sólo un 6,8%.

 

La EPA del segundo trimestre de 2015 incide en la persistencia y el aumento de la menor y más desigual participación femenina de las mujeres extremeñas en el mercado de trabajo ya que su tasa de actividad es de un 47,52%, frente a una tasa de actividad de un 63,20% de los hombres. Apenas un 31,45% de las mujeres activas extremeñas tienen una ocupación frente al 46,59% de los hombres. Y la tasa de paro es del 33,82% en el caso de las mujeres extremeñas versus al 26,28% de los varones, alcanzando niveles de riesgo preocupantes en el caso de las mujeres menores de 25 años con un nivel de paro inasumible del 59,08%.

 

La precarización y estancamiento generalizado del empleo, han supuesto una especie de muro, que invisibiliza aún más si cabe, la persistente desigualdad de género que caracteriza al mercado laboral extremeño. Si esta diferencia no se visualiza y no se cuantifica no se tomará como un problema y por  tanto no se apreciará la necesidad de intervenir sobre ello, por este motivo desde la Secretaría de Igualdad y Política Social de UGT-Extremadura reivindicamos más inversión en las políticas públicas de Igualdad que proporcionen las herramientas  de análisis con perspectiva de género, que faciliten la toma urgente de medidas para paliar la desigualdad del mercado laboral en nuestra Región.

 


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