BESTEIRO, ETICO Y ESTETICO

[Img #46753]He venido esta tarde a recordar un tiempo con Julián Besteiro, al centro que lleva su nombre, no lejos de Las Ventas. Todo es silencio en este marco, que oigo lejanamente los pasos de Besteiro, exposición preciosa y precisa. En ese silencio religioso, parece que me hablaba Besteiro desde la lejanía, quizás desde la cárcel de Carmona, donde le dijo adiós a la vida, como un Tosca de Puccini, tras aquella septicemia no tratada en aquella cárcel de hambre y posguerra, un año después de esa guerra incivil y una condena de treinta años. Todas las imágenes de la exposición parecen que me dicen algo en este claustro y esa condena de treinta años. En esta soledad, donde la palabra se rebela en la lejanía, se observa, sin embargo, a este hombre como un lord, que así sería recibido en Londres, cuando iría al entierro del Rey Jorge VI. Me lo comentaría su cuñada, Mercedes, hace años, cuando ella en París quiso regresar a Madrid, en el avión oficial y su cuñado, Besteiro, se opuso a su regreso en avión a Madrid, tras los funerales del Monarca inglés en Londres. “Tú no estás en esta representación – le dijo –y regresa a Madrid como puedas”. Así era este personaje, discípulo de Giner de los Ríos, educado en la Institución Libre de Enseñanza, introductor en España de la psicología experimental, estudiante en Alemania, catedrático de Lógica y Filosofía Moral, de un socialismo que definía como democrático. Concejal madrileño, tuvo cierta seducción por el marxismo académico.

 

Carismático y brillante, concejal y parlamentario, Besteiro sucedería a Pablo Iglesias, como líder del PSOE y de UGT y apoyaría una postura de colaboración con la dictadura de Primo de Rivera. Don Julián  se definía como un socialista demócrata. En la huelga de 1917, sería encarcelado en Cartagena. Un año después, liberado, se incorporaría a la actividad parlamentaria. Besteiro, que  sucedería a Pablo Iglesias, apoyaría colaborar con la dictadura de Miguel Primo de Rivera y, en la Segunda República – 1931 – ejerció como Presidente de las Cortes y, tres años después, se opondría a la revolución de la huelga de octubre.

 

Toda la vida convulsa de esos tiempos se observa gracias a las imágenes de esta gran exposición, entre otros, el cablegrama en el que Azaña presenta su dimisión.  El Besteiro que deja la imagen de su inteligencia en los tiempos revueltos, la oposición al partido comunista en el gobierno republicano, el golpe de estado contra el gobierno Negrín, encabezado por el general Casado; y su persona en el Consejo de Defensa de Madrid. Ahí estaría Besteiro, único miembro del Consejo que permanece en la capital de España, a la entrada de las tropas sublevadas, ofensiva final de la contienda incivil, 28 de marzo de 1939, y sometido a Consejo de Guerra, acusado de haber promovido un moderado socialismo, condenado a treinta años de cárcel, muerto en 1940 en la prisión de Carmona.

 

Visión realista y, sin embargo,  tristemente amarga, rememorar ese período, convulso y revuelto, en días de ira y odio,  con el fondo estremecedor de “españolito que vienes al mundo / te libre Dios / una de las dos Españas ha de helarte el corazón.”

 

Conviene ver esta serie de imágenes, colgarlas de nuestras retinas, oír un fondo lejano de pasos y disparos, el ardor guerrero del corazón ibérico, la España que no pudo ser y, desgraciadamente, fue, gozos y sombras de este español, imagen que escucho,  en lontananza, pasos de una soledad, donde sigo esperando, inútilmente, a don Julián.

 

  • El autor, con Manuel Canseco, escribió la obra: ”Proceso a Besteiro”, premio teatral “Tirso de Molina”, estrenada en Carmona y, posteriormente, en el Pavón  de Madrid. La obra la emitiría, posteriormente, la primera de Televisión Española.