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EL PROBLEMA DE LOS REFUGIADOS… EN ORIGEN, por Carlos von Ullman

OPINIÓN
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La Unión Europea está fracasando en la gestión de la crisis de los refugiados sirios, ni humana ni políticamente se están tomando las medidas que alivien a las personas en la fase final del problema, que no es otro que el de la llegada a sus fronteras.

[Img #47023]Pero debemos originar el problema en su origen, que no es otro que la permanente inestabilidad política y social de Oriente Medio, básicamente consecuencia de una descolonización mal resuelta y del traslado de los mandatos religiosos del islam a la configuración constitucional, administrativa y del cuerpo legislativos de los países que lo componen que dejan, de hecho y de derecho, a los no musulmanes en una posición menor y discriminatoria.

 

Efectivamente el problema parte de la división de la gran patria árabe que se configuraba acertadamente tras la primera guerra mundial. Los intereses coloniales del Reino Unido y de Francia hicieron un flaco favor al mundo futuro dado que los Estados actuales de Líbano, Israel, Siria, Irak, Kuwait, Jordania y todos los Reinos y Emiratos de la península arábiga deberían haber formado un único reino, hachemita, de la mano de la dinastía que sobrevive en Jordania con el Rey Abdalá II. Esto, que pudo ser en 1918, tenía dos especialidades respecto a las comunidades judía, fundamentalmente en Israel y cristiana, en Líbano y Mesopotamia, para las que se dieron pasos decisivos de acuerdo ahora olvidados, que hubiesen conformado estados propios, bajo soberanía del Rey de los Árabes, con especialidades para la convivencia en plano de igualdad de sus súbditos de las tres religiones y sus santos lugares. El Rey, que podría haber sido de Arabia, de Israel y de Jerusalén y protector de las tres religiones, jugaba un papel fundamental que fue reventado por los británicos, auspiciando la rebelión de los saudíes y los franceses, primando a sus intereses de mano de los cristianos libaneses. No pudo ser y la partición, artificial y a escuadra y cartabón nos lleva a las tensiones actuales.

 

 

La segunda parte del fundamentalismo religioso, ¿porqué estos refugiados sirios, bien formados académica y profesionalmente, culturalmente musulmanes aunque muy laicizados no pasan a Arabia Saudí, o se quedan en Turquía? Sencillamente porque la presión de la religión trasladada al Cuerpo Legislativo de estos Estados y a todos los aspectos de su vida social y civil es insuperable para personas que han vivido y viven con parámetros occidentales de convivencia y es democráticamente cuestionable la pervivencia de estos regímenes que imponen, por encima de los derechos humanos y de los derechos de las mujeres, parámetros religiosos del hace siglos. Así vemos que mientras en Europa el cristianismo es la base de una moral, ética mejor empleado el término, que ya es ajena al hecho religioso público y legal, pero que impregna, tras una dura y decisiva evolución, los valores de la Unión y del mundo occidental en general, esa evolución no existe en los países musulmanes, sino más bien todo lo contrario, una involución que tiene su exponente en el Califato del Estado Islámico, al que sólo la falta de fuerza militar le impide ocupar más territorios, incluidos los nuestros no lo olvidemos, y esclavizar a hombres y mujeres en los mismos.

 

Y aquí donde se encuentra el problema en origen, el problema de los refugiados sólo será solucionado debidamente, con independencia del deber de atención que actualmente necesitan los que han llegado, si se interviene militarmente acabando con islamistas radicales y se ocupa el territorio, ello unido a una verdadera conferencia de reorganización y organización del oriente medio, que asegure la libertad de ideas y religiosa, la pervivencia del Estado de Israel, el asentamiento de los palestinos en un Estado propio y la pervivencia del Líbano como referencia del hecho cultural, que no religiosos, cristiano. Todo unido a una reorganización fronteriza, sin olvidar a los Kurdos, por cierto. Nada fácil por otro lado.

 

Por último, no podemos olvidar la historia, apenas hace 200 años, naciones como Hungría y Croacia estaban sometidas a una verdadera rapiña y dictadura musulmana dictada por el Sultán de Constantinopla y la llegada de refugiados que rechazan los paquetes de la Cruz Roja porque llevan una cruz, no invita a la confianza. No es una justificación, es sólo la consideración de una circunstancia histórica. El tiempo cura las heridas y en España, tras más de 500 años de presión musulmana excluyente hemos relativizado el problema, nuestros amigos, húngaros, croatas o austriacos, menos de trescientos años del sitio de Viena, no lo han hecho, saben muy bien que la retórica de la convivencia de las tres culturas es sólo un equívoco concepto de lo política y culturalmente correcto en el siglo XXI. El cristianismo ha perdido su poder político y es persistente en personas que no aspiran a imponer sus creencias como forma de vida y comportamiento a los demás, el judaísmo está en ese proceso evolutivo, aunque quedan fuertes resistencias ortodoxas en Eretz Israel, el Islam no ha renunciado a nada, todo lo contrario, cada día que pasa aspira a imponerse con mayor fuerza, ES ESE EL VERDADERO PROBLEMA.

 

España, Portugal, Austria, Hungría, y el resto de países balcánicos, junto con Erezt Israel se forjaron como naciones en un ejercicio de supervivencia y resistencia a la invasión musulmana, no lo olvidemos, no es una justificación de nada, es una objetiva y concluyente consideración histórica.

 

 Carlos von Ullman es especialista en información y estudio sobre geopolítica y estrategia militar.

 


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