El Partido Popular ante las elecciones del 20D, por José García Albarrán

» Cuatro años de gobierno no son nada y ahí está la prueba, de nuevo a pasar frío en la oposición. Su empeño en quedarse es lógico y loable, pero en 2019 el escenario será mucho peor porque habrá, se supone, un PSOE más consolidado, Ciudadanos en manos, entre otros, de antiguos militantes del PP, in crescendo y con gran posicionamiento en la sociedad, una izquierda, que aunque no mucho mayor del mejor resultado de Izquierda Unida, se ha renovado e insertado en Podemos, por tanto será complicado alcanzar, está claro, el diputado 33.»

[Img #47197]José Antonio Monago Terraza, Presidente del Partido Popular en Extremadura, junto con su elegida terna,  perdió las elecciones autonómicas pasadas, al no haber conseguido el apoyo de la parte suficiente de extremeños  y no haber sido considerado como opción idónea por muchos votantes y militantes de izquierdas, a pesar de sus esfuerzos, sus formas, estilo y educación, y de los asesores, que no han supuesto un plus de confianza personal, todo lo contrario. Los solos votos del PP no han sido suficientes, incluso ha perdido algunos de estos desencantados en la marcha  del gobierno de su partido en la Comunidad extremeña.

 

 Asimismo,  el factor externo ha sido decisivo, se ha botado con “B” a  la corrupción nacional y a los problemas derivados de la crisis económica han explotado en la cara del Doctor Monago y la campaña del Partido Popular, inteligente en su intento de desmarcarse, no ha sido suficiente.

 

Monago Terraza no configuró un gobierno fuerte, duro y experimentado, el gobierno de los mejores resultó ser un fiasco total y a las pruebas se puede remitir cualquiera. Ha perdido apoyos importantes y al final ha terminado a la gresca, por ejemplo,  con empresarios y sindicatos, aquellos a los que había querido mimar durante 45 meses. El final ha sido el que ha sido y ahora lo está sufriendo.

 

Se ha mantenido en una posición institucional, de nulo contenido político, no se conocen normas o leyes, al menos propuestas, cuando menos aprobadas en su mandato, de fuste y calado social, ha buscado  el cuerpo a cuerpo y la dureza del debate político, donde se crecía hasta niveles de una enorme  prepotencia, cuyo rédito es el que ahora soporta,  todo ello como cuando ejercía en la oposición, pero crecido por ser el magín del GOBEx,  en definitiva,  no ha habido gestión partidista, si se quiere,  de un proyecto viable y rentable para la  sociedad.

 

Cuatro años de gobierno no son nada y ahí está la prueba, de nuevo a pasar  frío en la oposición. Su empeño en quedarse es lógico y loable, pero en 2019 el escenario será mucho peor porque habrá, se supone, un PSOE más consolidado, Ciudadanos en manos, entre otros,  de antiguos militantes del PP, in crescendo  y con gran posicionamiento en la sociedad, una izquierda, que aunque no mucho mayor del mejor resultado de Izquierda Unida, se ha renovado e insertado en Podemos, por tanto será complicado alcanzar, está claro,  el diputado 33.

 

El día 20 de diciembre próximo se juega mucho  el PP, como es obvio. Si Monago – y Génova, Madrid- acierta  en una profunda renovación en las listas –  que no parece que pueda suceder según se comenta  y podría darse la sorpresa de algún muerto en algún armario-  y consigue detener el avance de Ciudadanos con un buen resultado frente al PSOE, podrá revalidar su liderazgo, sin embargo los nombres que suenan: López Iglesias, Angulo, Acedo, Teniente, Floriano, Nevado, Teresa Bravo o  Laureano León, siempre Laureano León, se dice en los círculos políticos  que no invitan mucho al optimismo. Si así es, alguno se quedará con la boca abierta cuando Ciudadanos consiga su probable primer diputado por Cáceres, 25.000 votos y los desaciertos del Partido Popular se lo pueden dar más aun en bandeja de plata. Es lo que algunos están esperando como, en este caso, agua de diciembre, que será obviamente helada.

 

La renovación seguirá brillando por su ausencia, el hastío se apoderará de muchos y el voto irá a parar a la formación naranja, que ha fichado a un tipo curtido en mil y una batallas, precisamente peperas, como es el recién nombrado Coordinador Francisco Piñero, con toda una batería de  acciones que aunque están por descubrir, serán todas dirigidas a la diana de los votantes indecisos de centro, que es de lo que se  trata. Y es que cuando a uno se lo ponen en bandeja, es lógico que aproveche la ocasión para seguir posicionándose y creciendo, aunque se hayan equivocado de candidato al Congreso, pero eso quizás sea lo que menos importe ahora, la marca y Rivera y su buenismo son los que mandan, ya que el punto de mira está en Monago y sus huestes, que siguen repitiendo con infantes canosos y estrategias muy vistas hasta aburrir al más de los optimistas. Aun  está a tiempo y para higiene de la democracia y de Extremadura sería deseable que Monago y sus huestes demostraran inteligencia, sentido de la equidad y acierto en la elección de candidatos.