Es difícil creer que de un día para otro se les ocurriera a dos estudiantes norteamericanos medir el nivel de contaminación de los motores diesel del grupo Volkswagen.
Empecemos por el inicio. Me gustan los coches (y las motos). Soy de esas personas que al montarse en uno, barato o caro, viejo o nuevo, se fusiona con la máquina. Escucha sus ruidos. Aprende sus propias reacciones y tiende a buscar gente del mismo tipo para comentar sus impresiones sobre los coches y las motos. Nosotros “los cocheros” siempre hemos admirado el altísimo nivel del motor TDI “dos litros” de Volkswagen. En concreto el que rinde 150 cv de potencia, predecesor del no menos alabado TDI 140.
Este motor lo montan cuatro marcas del grupo, a saber: la propia Volkswagen, Audi, Seat y Skoda. Cualquier coche de estas marcas con este motor es un gran coche. Da igual si es Audi o Skoda. Lo importante es el excelente motor del grupo.
En su categoría no hay mejor motor. Los hay parecidos pero no superiores. Y hace unos años no los había ni cercanos en calidad y rendimiento. Marcas “premium” llegan al nivel del TDI VW a base de mucha electrónica, cajas de cambios con siete, ocho e incluso nueve marchas; y todo tipo de avances de la ingeniería mecánica. Pero esa capacidad de aceleración, ese gran rendimiento, solo lo tiene el motor 2.0 TDI de VW.
Ahora que tenemos claro que el motor es excelente, debemos preguntarnos por qué a dos estudiantes de EEUU (cosa que no es cierta y aclararé luego) les ha dado por comprobar las emisiones declaradas por el fabricante VW de su motor diesel.
En numerosos países, se reduce considerablemente la cantidad a pagar en el impuesto de matriculación de un coche, siempre y cuando el vehículo en cuestión no sobrepase el límite establecido de emisiones de dióxido de nitrógeno. Si emiten por debajo, el coche es más barato simplemente porque el impuesto es más bajo. Volkswagen conseguía fabricar coches diesel que iban “como tiros”, de precio razonable y hasta amables con el medio ambiente. Otras marcas tenían que recurrir a avances tecnológicos para llegar a esos resultados, como ya he relatado, o incluso renunciaban a fabricar motores con esas cifras y rendimientos. Renault por ejemplo no hace un dos litros de 150cv. Su motor estrella diesel declara 130cv. ¿Ahora resulta que los franceses no saben fabricar motores? Yo creo que sí saben.
Resumiendo técnicamente el truco que Volkswagen ha montado, os diré que simplemente, con el coche al ralentí (motor encendido pero sin iniciar la marcha), el software del vehículo entendía una posible inspección o un posible chequeo, y mandaba la orden de emitir menos. Cuando el coche reiniciaba la marcha esta orden se anulaba. Simple, sencillo y técnicamente fácil y posible. Lo alemanes se evitaban el gasto de nuevas investigaciones en motores “eco” ya que el que tenían era muy bueno y no lo iban adaptar a las nuevas normativas. Sí, alemanes. Ellos, tan serios y profesionales.
Se nos ha vendido que un par de estudiantes estadounidenses han destapado el fraude. No ha sido así. Desde el año 2.014 la Agencia de Protección del Medio Ambiente de EEUU (EPA) investigaba las emisiones de gases de automóviles Volkswagen en California. Pero por qué esa investigación y por qué en EEUU.
Japón y EEUU son los países más avanzados en la industria del automóvil eléctrico. Los nipones con fabricantes tradicionales como Toyota (y su división de lujo Lexus), Honda o Nissan; tanto en coches puramente eléctrico como en modelos híbridos (parte motor de combustión, parte eléctrico propiamente dicho). Y los norteamericanos con TESLA. Y estos, los coches TESLA, sí que son unos súper coches eléctricos. Con autonomías de 500 kilómetros y con estaciones de recarga rápida, 75% de la batería en 20 minutos. Incluso la propia Volkswagen estaba haciendo un esfuerzo publicitario en sus coches “e”.
Un inciso. España es el único país de su entorno sin estaciones TESLA. Portugal, Francia, Reino Unido, Marruecos e incluso Alemania las poseen. Aquí está prohibido. España, el país del sol con impuestos al ídem.
A lo que iba. Tesla desde principios de este año ha empezado a abrir su software, es decir, se puede empezar a copiar su tecnología. O sea, que se pueden empezar a hacer coches eléctricos de alto rendimiento. La pregunta consiguiente es: ¿por qué comprar coches diesel contaminantes y consumidores de energía fósil y cara si ya hay tecnología avanzada limpia? Pero yo me hago otra: ¿cómo le decimos a los árabes que les vamos a dejar de comprar su petróleo para el sector de la automoción?
Añadiendo conjeturas, en estos días nos hemos enterado (en internet, que en la tele esto no se cuenta) que Arabia Saudí acumula fuertes retrasos, de hasta seis meses, en el pago a sus proveedores, debido a la caída del precio del crudo. Cualquiera les dice que también va a descender el volumen de compra. Y más como está la zona.
Un dato curioso, para terminar, es que en las últimas entradas de las webs más visitadas del mundo del motor se aprecia un elevadísimo número de pruebas e información sobre coches eléctricos e híbridos. Y lo mismo pasa con las revistas especializadas. Haced el chequeo.
Resumiendo. Alguna había que liar para introducir en masa los motores eléctricos, bajando los humos de saudíes y alemanes. Pero es mi opinión personal. Lo que sí es un hecho es que en España no estamos preparados para la llegada del coche eléctrico (alguien se forrará con esto), que el ridículo del ministro de industria ha sido sideral tratando el tema y que los coches Volkswagen no se van a romper, ni mucho menos. Les bajarán unos caballos para adaptar las emisiones. Otra cosa es que el conductor admita que pagó por un coche que no va a ser el que compró. Yo, tras la intervención de la marca en mi vehículo, lo llevaría a un banco de potencia a ver que me cuentan.