248 HOSTIAS

Evidentemente, Abel Azcona,  el autor de la patochada, que se exhibe en Pamplona, y posiblemente el alcalde de Pamplona, Joseba Asiron, de Bildu  y ya siendo generosos hasta también  la Concejal de Cultura Maider Beloki, se las merece. Pero de las que se reparten con la mano abierta. Porque las otras,  las Consagradas ya las consiguió el impresentable Azcona,  tras asistir a 242 misas en Madrid y Pamplona, tras comulgar y guardarse la hostia (No le bastaba que fueran simplemente obleas, tenía que comulgar para que fueran consagradas), y guardárselas para montar el esperpento que ha presentado en La sala municipal de exposiciones de  Pamplona. Con 248 hostias consagradas tiradas al suelo escribió algunas palabras y luego les hizo  unas fotos. Para que el agravio fuera mayor, no le bastaba utilizar unas hostias que podría haber comprado, al fin y al cabo si no cree, para él no son sino un poco de harina sin levadura, sino que debían de ser consagradas, con lo que su evidente intencionalidad era ofender a millones de católicos.

En Ontología al tratar el tema de arte, y el placer estético se dice: “El placer que producen las cosas bellas, el arte, es puro, desinteresado. El placer estético, no se agota, no se consume.  En el Museo,  un cuadro de Velázquez, produce placer a muchos sin gastarse.”

 Evidentemente estas “performances”, que algunos dicen ser arte, no entrarían en ese concepto, porque no son sino pura bazofia. La definición del Tratado de Ontología, es muy pánfila  (palabra que en griego significa “amigo de todos”, (pan=todos, filos=amigo), pero que conlleva un significado determinado en castellano, y es muy oportuna, y podría aplicarse a ciertos personajes buenistas, con motivo de  su actitud frente a los yihadistas, ( son amigos de todos).

Se necesita  premeditación, mala leche, y falta de respeto  a las sensibilidades ajenas, el ir a comulgar 248 veces, (posiblemente repitió la comunión en alguna de las misas), para hacerse con las hostias consagradas. Lo peor es que este personal suele ir de guay y reivindicativo por la vida, pero no tiene el menor reparo de agraviar y ofender los sentimientos ajenos, eso sí, siempre que la gracia le salga gratis.

En el 2013 una falla en Valencia fue indultada, para no quemar al dios hindú, con cabeza de elefante Ganesha. Hay pocos hindúes en Valencia, pero expresaron su malestar por la falta de respeto que ello significaba por sacarlo de su contexto sagrado. El Ayuntamiento pidió disculpas, por si alguien se había sentido ofendido, y tras algunas adaptaciones se lo regalaron para su templo.

Hay tres conceptos que han constituido  un compendio de valores, en España, tradicionalmente, y que merecían el respeto general, constituyendo la columna vertebral que aunaba sentimientos comunes, y hasta los Carlistas lo convirtieron en  su lema. “Dios, Patria (Constitución, Unidad) y Rey”. Estas tres ideas, se han convertido en la diana de todos estos “pseudoartistas”, que han atentado de los modos más rastreros, contra todos estos valores, encima, bajo el amparo de los medios Culturales públicos.

Ya ha quedado claro en esta exposición de Pamplona, que el ataque a Dios y el menosprecio a los sentimientos de los católicos, ha tenido el respaldo, del Ayuntamiento. Quizás más sorprendente y escatológico fue el intento de la “performance”, de Laura Corcuera y Monica Cofiño, que consistía en cagarse, literalmente,  el 14 de febrero de 2015, en el Monumento a la Constitución, existente en el jardín del Museo de Ciencias Naturales, como el culmen final de una exposición temporal. En este caso se les prohibió, tras ver los ensayos, (no sabía que para cagar había que ensayar) a lo que ante esta situación:“La autora tacha de paletos a los responsables del museo y se defiende asegurando que se trataba de algo poético”. Ahora resulta que el cuarto de baño de mi casa  puede ser un Ateneo Cultural poético, y yo sin enterarme, con lo cual, y al final, va a tener razón, de que soy un analfabeto.

En esta ocasión la cosa no tuvo mayor trascendencia. Pero no ocurrió así con la escultura que se expuso en Museo de Arte Contemporáneo de Barcelona (Macba), que provocó la dimisión de su director, no sin antes haber destituido, este, al jefe de programas públicos. Lo que conllevó la acusación de censura por hacerlo. La crisis se abrió con la cancelación por parte del director de una exposición en la que una de las obras presentaba a un personaje, identificado como el rey Juan Carlos I, aparentemente sodomizado, por una mujer, y esta a su vez por un perro, con una calidad artística deplorable y llamada,  “La bestia y el soberano”.

Lo peor no es la obra que presentara la artista, cuyo nombre omito, ella puede presentar lo que quiera, lo peor es la reacción de los responsables con las siguientes declaraciones.

“La comisión delegada lamenta profundamente que el desencuentro entre profesionales haya trascendido el ámbito dialogante y constructivo que debe presidir la relación entre responsables de una institución pública y expresa, como lo ha demostrado a lo largo de sus 20 años de vida, el respeto para la libertad creativa y las decisiones artísticas”.

Y podríamos seguir, pero con esto ya hemos cerrado el círculo de la burla “artística”, sobre;  Dios, España y Monarquía. Lo peor es cuando todo este personal aboga la sacrosanta “libertad” artística. Creo que ahora tocaría, ya que se ha puesto de moda Kant, traer a colación lo de la Crítica de la Razón pura, que toca los conceptos puros, y su aplicación real, en la Crítica de la Razón práctica. Pero claro, ellos están por encima de todas esas cosas, y puede, que si se lo nombran, piensen, que  Kant, es un participante de Gran Hermano.