Dos mil receptores se benefician del abono de 12 millones de euros de ayudas agroambientales

   La Consejería de Medio Ambiente y Rural, Políticas Agrarias y Territorio de la Junta de Extremadura ha abonado alrededor de 12 millones de euros en concepto de ayudas agroambientales pendientes de resolver que beneficiarán a más de 2.000 perceptores.

Se trata de líneas de ayudas agroambientales en Extremadura que afectan a la producción integrada de arroz, a la producción integrada de tabaco al olivar ecológico, a razas autóctonas en peligro de extinción, a la ganadería ecológica y a la apicultura.

   Estos pagos corresponden al Plan de Desarrollo Rural 2007-2013 y llevaban un importante retraso en su tramitación. La Junta de Extremadura ha resuelto en cinco meses las ayudas «pendientes» del año 2013 y 2014 que se encontraban «sin tramitar a finales de julio», para lo que según explica ha sido «necesario» realizar «un esfuerzo adicional para solucionar las incidencias en las solicitudes que llevaban dos años en espera».

   Por líneas de ayudas, 1.535.949 euros corresponden a 466 agricultores que se dedican a la producción integrada del arroz;  2.728.631 euros están destinados a los 895 productores de olivar ecológico; otro de los expedientes, el destinado a las razas autóctonas en peligro de extinción, cuenta con una partida de 158.627 euros para 40 perceptores, mientas que 404.898 euros están destinados a los 32 cobradores cuyo trabajo está orientado a la ganadería ecológica.

   Los 46 apicultores recibirán un total de 264.567 euros. Además se abonan 4.706.235 euros de ayudas a la producción integrada de tabaco a 900 agricultores correspondientes a ayudas de 2015, explica en nota de prensa la Administración autonómica.

   A estos datos hay que añadir el pago de un «elevado» número de expedientes a los que se ha resuelto sus recursos presentados cuya cantidad asciende a dos millones de euros, añade.

   Incide al respecto en que estas ayudas son «vitales» para los agricultores y ganaderos extremeños que realizan prácticas agrarias compatibles con la protección al medio ambiente, y que contribuyen a la conservación de recursos genéticos y a la producción de materias primas de «calidad».