LA BUENA VOLUNTAD DE LOS INSACIABLES HORTELANOS DE PLASENCIA , por Francisco Morales

Ahora cuando estamos a punto de ver como concluye el problema generado por una decisión política, administrativa y jurídica mal calculada y el Ayuntamiento de la Muy Noble, Muy Leal y Muy Benéfica Ciudad de Plasencia tendrá que pagar, después de marear la perdiz una y otra vez, se descuelga el Señor Alcalde Presidente manifestando dos piezas inolvidables: Que los propietarios de las huertas, es decir los hortelanos no tienen buena voluntad y que la administración municipal no puede afrontar el préstamo que habrá que devolver con cargo a todos los placentinos.

Insisto, no es de justicia este intento de demonizar a los propietarios que en justicia sólo han hecho que defender su propiedad y pedir, como no puede ser de otra manera, que se ejecute la sentencia, porque… ¿Dónde ha estado la buena voluntad del Ayuntamiento en cualquiera de sus épocas? ¿Es que de haber ganado el pleito habría tenido buena voluntad? ¿Cuándo ha querido el Ayuntamiento negociar, sino con todo perdido en el juzgado? ¿Qué corporación posterior a la causante del tremendo problema ha sopesado siquiera la reconsideración de la expropiación o su precio? Yo se lo voy a decir: NINGUNA.

 

Ahora el Alcalde desafortunado y desesperado tacha de INSACIABLES a los hortelanos, ¿porqué? ¿Por defender su derecho de propiedad frente a la expropiación irrisoria del Ayuntamiento? Y compara el precio con el de La Castellana, no tiene ni idea de valor inmobiliario, ¿sabe cuánto costarían cuatro hectáreas en La Castellana? Muchos más, Señor Alcalde, mucho más, no confunda, con alusiones a las riquezas de los reclamantes o equivocar con precios que no lo son. Aquí el único IMPRESENTABLE ha sido el Ayuntamiento, que sólo se ha prestado a negociar cuanto todo estaba perdido, así cualquiera y para tontos los demás, Señor Alcalde Presidente, pero sigamos… 

 

Aquí todo adelante, llevando por medio derechos legítimos y patrimonios cuidados durante generaciones…eso sí ahora no podemos devolver el préstamo… ¿Porqué no se pensó antes? Ha habido muchos años para hacerlo, pero la arrogancia del político, junto con la seguridad del triunfo o el abandono de los hortelanos eran factores que impedían cualquier acuerdo cuando se estaba seguro de ganar y ahora en la derrota, todo son balones fuera.

 

Pero el asunto tiene más enjundia, algunos sabemos historias, mientras que en las huertas colindantes y a determinados propietarios, de huertas también, se les permitían desarrollos de nueve alturas, casi los únicos en la ciudad del Jerte, estos otros propietarios esperaban, con su suelo calificado, desarrollos posteriores conforme a la evolución del mercado y la necesidad de vivienda en una zona que estaba conformando una magnífica  avenida donde eran compatibles los usos de diversos tipos y que en nada interferían en el Parque de la Isla, asegurado siempre por su condición insular.

 

Eso se cortó de plano, ¿Porqué? No se sabe bien, pero lo que sí se sabe es que mientras se cercenaba un desarrollo urbano natural, en una zona próxima al centro urbano y con calidades muy aceptables a futuros, machacando las legítimas aspiraciones de los propietarios sin la piedad que ahora se implora, se estaba gestando la recalificación urbanística de una finca, también con sus propietarios, a nada menos que cuatro kilómetros por lo menos, del suelo urbano más distante, conformando una isla de suelo con esta tipología en mitad del campo, y sin agua alrededor, que la de Valdecañas  si la tiene. Era este un desarrollo de calidad también para perfiles adquisitivos altos en el entorno placentino, que entraba en competencia directa con la oferta que se estaba generando en las huertas y claro en una ciudad de apenas 30.000 habitantes entonces no cabían las dos posibilidades y se tomó la gran decisión, dejar a unos, los urbanos como campo y pasar a los otros, los camperos, a urbanitas y que recurran los primeros lo que quieran y que lo disfruten discretamente los segundos.

 

De esto hace muchos años, DESDE 1984, más de treinta y las corporaciones que han venido detrás sólo son responsables de no haber cerrado el pleito, en la arrogancia de saberse vencedores, pero sólo de eso. La corporación que gestó la hazaña tiene referencia, referencia política, técnica, jurídica, administrativa y social, muchos muertos y otros vivos, ESOS SON LOS RESPONSABLES Y NO LOS PROPIETARIOS DE LA RUINA DE LA CIUDAD, en la que ya valoran los futuros inversores una nada desdeñable subida de impuestos, junto con una pérdida de servicios para afrontar los pagos.

 

Pero la actual corporación tiene una responsabilidad, ya sabía lo que había cuando se presentaron a las elecciones y son obligados gestores del problema actual, que no es otro que generar los recursos suficientes para afrontar los pagos sin subir impuestos y manteniendo los servicios, muy difícil ecuación. Sin embargo en el origen del problema está la solución: Devolver a las huertas su edificabilidad, sus volúmenes y sus posibilidades de desarrollo urbano. Los mismos aparcamientos pueden quedar debajo de los nuevos edificios, y estableciendo la rasante en el nivel de la Avenida del Valle, hasta las nueve alturas de los edificios de los que serán continuación los nuevos, quedan muchos metros, pero que muchos metros construidos con vistas a la isla y por debajo de la citada rasante para todo tipo de equipamientos. Un desarrollo previsto a quince años puede permitir afrontar, primero la garantía del préstamo y segundo, generar los ingresos para su devolución, que habrá que pactar al tiempo más largo y con el interés más bajo, generándose anualmente unos pagos que serán razonablemente aceptables, aunque no dejarán de ser una carga importante que dejará de invertirse en beneficio ciudadano, he aquí el resultado de tanta, cuando menos, irresponsabilidad.

 

Es sencillo Señor Alcalde, menos lanzar balones fuera, menos victimismo barato y más trabajar con inteligencia, porque ¿De haber ganado hubiese tenido el Ayuntamiento buena voluntad con los propietarios? ¿Quién ha pecado de insaciable frente a los legítimos propietarios? ¿Defendiendo qué intereses? Las preguntas, leído lo anterior, se contestan solas.

 

Francisco Morales Herrero es especialista en análisis crítico sobre política social y solidaria.