LOS AHORRITOS DE PABLO IGLESIAS, por Francisco Morales Herrero

No voy a entrar en los beneficios profesionales del líder podemita, ni si es o deja de ser rico, no, Dios me libre, es más sencillo que eso. Un reconocido líder contra el sistema, claramente anticapitalista y defensor de las clases populares frente a la banca y el capital , no manifiesta coherencia entre sus actos y sus palabras.

[Img #48678]Así el Excelentísimo Señor Don Pablo Iglesias, Diputado del Congreso de los Diputados del Reino de España, se comporta con sus ahorros como un mortal más, es más como un ahorrador de lo más tradicional, repartidos los mismos entre una cuenta de ahorro y una cuenta corriente en una entidad financiera, una de esas que según sus voceros, abusan de ciudadanos y pequeños emprendedores, amparando a ricos y multinacionales.

 

Es decir Don Pablo, le hace el negocio a la banca con sus dineros y espera recibir intereses a cambio, insertándose plenamente en el sistema monetario tradicional, haciendo una cosa y diciendo otra.

 

Y es que se pueden hacer otras cosas, cada vez más ciudadanos, que si son consecuentes, liquidan cuentas y servicios bancarios, que salvo para los grandes depósitos no tienen rentabilidad alguna y que suponen gastos y comisiones, estos ciudadanos, ajenos y combativos con el sistema, dejan a un lado tarjetas de crédito, de débito, domiciliaciones y recibos y guardan sus dineros en casa o en cajas de seguridad en efectivo metálico, ni más ni menos, y están organizados, con unos 30 minutos al mes para pagar de forma organizada y en una sola visita a una entidad todas sus facturas. Cuando alguien les pide una cuenta corriente dicen: Yo de eso no uso, ¿dónde tengo que pagar en caja?

 

Una acción generalizada en este sentido obligaría a la banca a reposicionar su situación, podría ser el fin de un sistema, claro que para eso hay que dar ejemplo y Pablo Iglesias, cual pequeño burgués, tiene sus ahorritos en el banco, contribuyendo al mantenimiento del sistema opresor a cambio de unos míseros réditos financieros, bueno no tan escasos, que él ya es rico, perdón! Había dicho que no iba a decirlo, pero es precisamente lo que justifica su actitud. Quien tiene dinero, quiere dinero a cambio de su dinero, luego ya le diremos a la gente lo contrario. Lo malo es que en esta España nuestra la gente, o mucha gente se cree lo que oye y no lo que ve, y esto más evidente imposible.