LA FÁBRICA DE CIGARRILLOS. SOLO NOS ACORDAMOS CUANDO TRUENA

La reivindicación de una fábrica de cigarrillos en la Comunidad Autónoma de Extremadura fue una constante política hace ya algunos años, bastantes años. La reivindicación, que arranca de tiempos de la Unión de Centro Democrático era permanente, dura y justificada. No deja de ser cierto que la mayor parte de la producción, de una manera abrumadora, se encuentra en este territorio, en su provincia de Cáceres y dentro de esta en La Vera.

[Img #48714]La ubicación de las fábricas, en tiempos de la dictadura y en régimen de monopolio, benefició como siempre a otros mejor relacionados con el régimen, siendo los extremeños meros productores de la materia prima, sector primario, mantenidos en un una situación típica de las sociedades en desarrollo, en subdesarrollo, nos atrevemos a decir.

 

Lo grave del asunto es que pasados 30 años, las cosas siguen igual, y el régimen de cuasi monopolio continúa, estando supeditados los cultivadores a los precios y condiciones que establecen dos grandes compañías, una de ellas pública, que funcionan en una situación de competencia que los controladores de estos comportamientos parecen ignorar o no querer conocer.

 

Nadie se ha preocupado en este tiempo de iniciar un proceso tendente a la ejecución de la primera elaboración y la elaboración final en la tierra en la que se cultiva y produce el tabaco, dejando todo el valor añadido en el mismo sitio. No ha habido iniciativas al respecto, ni de gobiernos socialistas, ni de gobiernos populares, ni en Mérida, ni en Madrid y ahora, sólo ahora, cuando se anuncia el cierre de una fábrica en La Rioja, se encienden las alarmas, cuando todo son ya problemas, que esperemos se solucionen mejor a corto plazo, el asunto es muy urgente, ya que parece ser que hoy se ha puesto casi todo el mundo de acuerdo, administraciones y partidos políticos pero los  realmente afectados están que trinan, al acecho y a la espera.

 

Tenemos dos tipos de gestores políticos, los que se anticipan a los problemas, los evalúan, planifican actuaciones y las llevan a cabo sin miedo al fracaso dado que esa es su labor, u otros, que se sientan todas las mañanas en el sillón, eso si bien pagados hagan lo que hagan, a ver qué pasa, superados por la gestión y sólo ven como evitar el golpe que viene, sin más previsión que la de quedar bien y salvar su cargo. Queremos  pensar sinceramente que el actual Presidente extremeño, que parece ser está echando el resto en este asunto absolutamente prioritario para cientos de tabaqueros del norte de la región,   está entre los primeros y no entre los segundos.

 

Ante el posible cierre de la fábrica tabaquera en la Rioja, ya veremos qué caso hacen quienes deciden en ello a las presiones políticas y a las reivindicaciones extremeñas, procede una decidida acción pública, acompañando a inversores privados, para la generación de las fábricas en Extremadura, sin que esto se tilde de utopía porque no lo es, ojo: Producción + Elaboración + Fabricación. Hay gente interesada, los empresarios canarios del tabaco son muy activos en esta materia con sus contactos americanos, lo que pasa es que hay que saber y cuando se encarga la gestión de los grupos empresariales públicos a personas con escasa cualificación profesional, con escasa o nula experiencia emprendedora o sin contactos con el mundo inversor, pasan estas cosas. Más de lo mismo. Una pena. Y esperemos que lo que aquí apuntamos no se considere una chaladura, no nos extrañaría,  sino una honesta aportación al denostado sector tabaquero de Extremadura.