La brecha salarial y desigualdad sigue azotando a las mujeres en Extremadura, una diferencia que se sitúa en torno al 25.14%, así ellas deben trabajar 92 días más al año para conseguir el mismo sueldo que sus compañeros masculinos realizando un mismo trabajo o de igual valor
El salario bruto medio anual de las extremeñas se sitúa en 16.304,55 Euros frente al masculino que está en 21.780,9 Euros. A nivel nacional, la brecha se sitúa en el 23,99%, las españolas cobraron 19.514,58 Euros, mientras que ellos percibieron 25.675,17 Euros.
Unos datos extraídos del informe que ha elaborado CCOO Extremadura a partir de los datos de la Encuesta de Población Activa, EPA del año 2013. El informe ‘Análisis de la brecha salarial de género en Extremadura’, ha sido presentado este jueves por la secretaria de Mujer de CCOO de Extremadura, Teodora Castro Hernández, y la directora general del IMEX, Elisa Barrientos, donde quedó de manifiesto un aumento en la diferencia salarial entre hombres y mujeres entre los años 2008 y 2013.
En concreto, la brecha salarial ha pasado del 13,15%, situándose 7 puntos por debajo de la media nacional, al 25,14%, más de un punto por encima de la media, por lo que «habrá que analizar qué se ha hecho mal» para que en este periodo se haya incrementado en doce puntos, según ha indicado Elisa Barrientos.
Castro destacó que las causas de este incremento es un «problema estructural» del mercado laboral extremeño, el cual, CCOO ya viene denunciando desde hace «mucho tiempo» y que se ha incrementado con la Reforma Laboral.
Si se analiza la evolución de los salario más bajos y más altos en 2013 se han alcanzado los valores de brecha salarial más altos de los últimos años, con un 56,62 por ciento para los primeros y del 22,92 por ciento para los segundos.
DISCRIMINACIÓN «INDIRECTA» EN LAS EMPRESAS
En este punto, la secretaria de la Mujer de CCOO en Extremadura ha subrayado que la discriminación salarial está condicionada por las propias empresas que, si bien no provocan una «discriminación directa», que sería objeto de un expediente por parte de la Inspección de Trabajo, si existe una «discriminación indirecta».
Así, ha explicado que ésta viene dada por la propia estructura de las empresas, en la definición de los puestos y la valoración de los mismos, así como a través de los complementos salariales que se escapan a las tablas recogidas en los convenios.
Sobre este punto, se ha referido a los complementos salariales discrecionales, que «generalmente están asociados a la disponibilidad horaria», de tal modo que existe la «creencia social de que tiene más disponibilidad social un hombre que una mujer, porque las mujeres» se tienen que «dedicar al cuidado del hogar y la familia», una cuestión contra la que hay que «luchar».
Por otro lado, se ha referido a los «mecanismos de ascenso» recogidos en los convenios, que según ha dicho si no se introduce un análisis de género se produce que «las altas responsabilidades vayan siendo ocupadas por varones», lo que provoca el denominado «techo de cristal».
ACCIONES CONTRA LA BRECHA LABORAL
Desde el sindicato, además del trabajo que se pueda realizar en el marco de la concertación social, proponen tres líneas de actuación «que se pueden ir haciendo ya», para acabar con la brecha salarial, centradas en las políticas activas de empleo, la negociación colectiva y un cambio de la cultura social.
Las primeras están relacionadas directamente con las políticas activas de empleo, y en este sentido ha advertido de que el sindicato estará contra acciones que «se olviden de que el mayor porcentaje de personas desempleadas en Extremadura son mujeres». En este ámbito, el sindicato reclama la puesta en marcha de políticas activas de empleo con dimensión de género que garanticen el acceso a un empleo de calidad.
Con respecto al ámbito privado y la negociación colectiva, el sindicato reclama políticas de transparencia sobre la composición y las estructuras salariales, dado que «generalmente» encuentran «dificultades» para obtener esta información, incluso en empresas del ámbito público, según ha explicado Castro.
ACABAR CON «MITOS»
Otra de las falsas creencias que desvela este informe es que no existe discriminación salarial por género dentro de la Administración Pública. En el caso concreto de Extremadura, de los 69.400 empleos perdidos en la región entre 2007 y 2013, el 89 por ciento correspondió al sector privado.
Sin embargo, si se analizan los datos por sexo, el 87,60 por ciento de los empleos perdidos correspondieron a varones y fueron empleos del sector privado, ya que el número de los varones empleados en el ámbito público en este periodo creció en 2.400 personas.
En el caso de las mujeres ocurre lo contrario, pues la mayoría de los empleos perdidos correspondieron al sector público, 10.000 en total, ya que en el sector privado el número de mujeres ocupadas aumentó en este periodo en 1.400 personas.
DESIGUALDAD Y DISCRIMINACIÓN
Otro dato que refleja esta situación es que el número de mujeres paradas se redujo en 8.900 en el 2014, pero «solo 900 (10%) encontraron un puesto de trabajo mientras que el resto salió del mercado laboral (población activa). En el caso de los hombres, el paro bajó en 15.000, pero el 88 por ciento fue por encontrar un empleo y solo 1.700 dejaron la búsqueda activa de empleo.