El exsocio de Iñaki Urdangarin, Diego Torres, ha afirmado en su declaración durante el juicio del ‘caso Nóos’ que el exasesor de la Casa Real José Manuel Romero, conde de Fontao, y la Agencia Tributaria supervisaban periódicamente las actividades del Instituto Nóos.
Así lo ha puesto de manifiesto a preguntas del fiscal anticorrupción Pedro Horrach, ante quien ha señalado cómo Romero se reunía de forma habitual con el exsecretario de Nóos Miguel Tejeiro para abordar las actividades del Instituto, que según el Ministerio Público fue utilizado por Urdangarin y Torres para apoderarse de los fondos de las Administraciones públicas.
Torres ha negado, sin embargo, que a los fondos públicos percibidos se les diese un destino irregular por su parte, con la apertura de varias cuentas en Luxemburgo y, de hecho, ha vuelto a hacer hincapié en cómo la Casa Real estaba al corriente de todos los negocios que Nóos llevaba a cabo con las instituciones. El acusado ha aseverado además que Tejeiro, hermano de su mujer, Ana María Tejeiro, solía mantener encuentros con «un alto funcionario de Hacienda» para tratar las declaraciones de impuestos de Nóos y darles su visto bueno.
En uno de los numerosos escritos presentados a lo largo de la instrucción de la causa, la defensa de Torres asegura que desde el Instituto «jamás se hizo nada sin antes haber informado» al exsecretario de las infantas, Carlos García-Revenga, «y a la Institución que él representaba y que lo autorizaba todo, pues en caso contrario nada se acometía».
También ha negado haber cobrado o pagado jamás con dinero negro.
¿Por qué no firmaba Urdangarin?
Además ha negado que se utilizase a la infanta cristina como escudo fiscal. También ha hablado de Iñaki Urdangarin para asegurar que era él mismo quien firmaba la mayoría de los documentos «por discreción», a pesar de que él era el vicepresidente del Instituto Nóos e Iñaki Urdangarin el presidente y de que eran ambos quienes tenían interés en llevar a cabo proyectos en otros países -pero fue él quien figuró como titular en la sociedad que crearon a propósito en Londres, De Goes Ltd-.
«En la mayoría de los documentos y convenios, pese a que yo soy el vicepresidente, firmo yo la mayoría porque teníamos la costumbre, a lo mejor ahora desearía que hubiera sido de otro modo, pero no tiene la menor importancia. Teníamos la costumbre de ‘pues mira, mejor que firme el vicepresidente y no salga la firma de don Iñaki por discreción'», ha detallado.
La propuesta opaca de Corinna
El socio de Iñaki Urdangarin en el Instituto Nóos también ha asegurado que la amiga del Rey Juan Carlos Corinna zu Sayn-Wittgenstein le propuso que crearan una sociedad en Londres para ocultar cobros de la Fundación Laureus a la Hacienda Española. «Crear una sociedad en Londres que su única finalidad era ocultar que estábamos cobrando ese dinero, no se hacía», ha manifestado el socio de Urdangarin, que ha detallado que el correo electrónico en el que Corinna zu Sayn-Wittgenstein proponía a Nóos pagarle a través de una empresa en la capital británica fue remitido con copia al Rey Juan Carlos y al jefe de la Casa Real.
Desvincula a Camps e inculpa a Pons
En otro orden de cosas, Torres ha manifestado, al recordar quiénes intervinieron en las negociaciones iniciales de los denominados Juegos Europeos -por cuya organización el Instituto Nóos cobró 382.203 euros en 2006 pese a que finalmente no se llevaron a cabo-, que «una persona muy involucrada» en las mismas fue el exvicesecretario de Estudios del PP y exconseller de la Generalitat Valenciana Esteban González Pons y ha alejado a Francisco Camps de estas negociaciones.
La Fiscalía reclama para el acusado 16 años y medio de cárcel -petición que Manos Limpias eleva a 22 y medio- por poner en marcha, junto al exduque, una estructura «hueca de contenido real» para desviar más de seis millones de euros de Baleares, Comunidad Valenciana y Madrid. Para ello, según Horrach, utilizaron el Instituto Nóos como epicentro de la trama, al que manejaron «a su antojo» junto a otras mercantiles de su propiedad para que «operasen al servicio de sus intereses comerciales».