Acuerdo para permitir la quema controlada de rastrojos

La organización agraria UPA-UCE ha llegado a un acuerdo con la Junta de Extremadura para permitir, tras una autorización previa, la quema de rastrojos en cultivos de cereal para esta temporada debido a los «problemas fitosanitarios» que están sufriendo esta campaña, como plagas y enfermedades.

 El secretario general de UPA-UCE Extremadura, Ignacio Huertas, ha señalado que esta quema de rastrojos «supervisada y controlada» se realizaría a partir del mes de septiembre, tras recolectar el cereal en mayo o junio, aunque «habrá que ver la evolución de la climatología y la situación que se dé en ese momento».

De esta forma lo ha trasladado a los medios de comunicación el secretario general de UPA-UCE Extremadura, Ignacio Huertas, en una rueda de prensa celebrada este martes, día 15, tras mantener este pasado lunes una reunión con la consejera de Medio Ambiente y Rural, Políticas Agrarias y Territorio, Begoña García Bernal, para permitir la quema de rastrojos controlada.

El problema es de dimensiones «muy importantes», porque en algunas comarcas cerealísticas, como Campiña Sur, La Serena o La Albuera, estas enfermedades y plagas ha afectado entre el 70 y el 80 por ciento de la superficie de cereal, ha indicado el secretario general de UPA-UCE Extremadura.

  Ignacio Huertas ha señalado que Begoña García Bernal ha coincidido en el diagnóstico de la situación y en la «gravedad del problema», por lo que se procederán a declarar las zonas en las que estará permitida la quema de rastrojos con una autorización previa de la Junta.

Por lo tanto, los agricultores podrán pedir a la administración la autorización, tanto individualmente como por colectivos, para la quema de rastrojos controlada y supervisada por la Dirección General de Medio Ambiente y con dispositivos para que se desarrolle «con absoluta normalidad» esta quema, que será «excepcional para esta campaña».

Ignacio Huertas ha manifestado que este año el problema «se ha disparado», ya que hay enfermedades como la roya o el oidio y plagas como la del pulgón o el gusano del alambre en «muchas de las hectáreas de cereal» de la región con una «gran intensidad», y que es «peor en las siembras tempranas».

  Esta problemática se debe a la climatología, con un otoño en el que se juntaron las lluvias con unas temperaturas «elevadas» y con un invierno con temperaturas «suaves» que han propiciado que no haya habido heladas que cortaran las enfermedades de manera natural.

  El secretario general de UPA-UCE ha indicado que la Unión Europea condiciona el pago de las prestaciones de la Política Agraria Comunitaria a que no se realice la quema de rastrojos, a no ser que se realice en una «situación excepcional» y como último recurso.

QUEMAS «NECESARIAS»

Ignacio Huertas ha manifestado que las quemas de rastrojos son «absolutamente necesarias» ya que se trata de una situación «excepcional y prácticamente casi catastrófica».

Así, el secretario general espera que el resto de organizaciones agrarias y cooperativas se sumen a este acuerdo con la Junta para controlar la situación porque es la «única solución viable que tienen los agricultores del cereal este año».

Ignacio Huertas ha añadido que esta quema de rastrojo se realiza porque es la «única solución factible» ante la situación que se está dando en los campos de cereales de Extremadura.

TRIPLE DE PRODUCTOS

Huertas ha manifestado que los agricultores que se dedican al cultivo del cereal están triplicando la utilización de tratamientos fitosanitarios de los que se usan en una «campaña normal», lo que conlleva un incremento de coste «muy importante».

Además, el secretario general ha indicado que «va a haber una reducción importante» en la producción de cereal, sumado a los «bajos precios» en el sector, deja una situación «catastrófica» para los agricultores.

Ignacio Huertas ha indicado, a preguntas de los periodistas sobre los cultivos más afectados por las plagas y las enfermedades, que los cereales que más sufren son la avena, el trigo duro y blando, cebada o centeno.