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Lo que pudo ser y no fue

OPINIÓN
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El Ministerio de Industria ha dado carpetazo al proyecto Refinería Balboa tras más de 6-7 años de historia. Casi una década de enfrentamientos entre Refinería SI o Refinería NO, casi una década donde el empresario subsanaba constantemente las peticiones de los distintos ministerios, los Gobiernos de Zapatero y de Rajoy que eternizaron un proyecto sin saber muy bien por qué.

Si la Declaración de Impacto Ambiental publicada en 2012 de forma negativa era cierta desde el principio, ¿qué interés había en seguir trabajando,  analizando un proyecto pidiendo más documentación al empresario?… que no olvidemos invirtió más de 57 Millones de Euros en realizar un anteproyecto que se adecuara a las demandas y exigencias de los gobiernos. Si esta DIA se hubiera resuelto en el plazo de un año o dos, como ocurrió con Cepsa en Huelva y Repsol en Cartagena; este dinero, que hoy se ha ido por las cloacas extremeñas, estaría invertido en otro proyecto que creara valor añadido en la región, porque eso lo sabemos, ganas no le faltan a este promotor que pese a su experiencia no dejaba de ser un emprendedor constante.

 

Esta eternización se ha llevado la plusvalía empresarial de un proyecto, la inversión de un grupo empresarial que de conocerlo a tiempo hubiera planteado otras ideas, la esperanza de una tierra que callaba ante las promesas y las peticiones burocráticas para finalmente decir un NO, que se ha llevado también el trabajo de los empresarios que apostaron su dinero y que fue despreciado por las Administraciones Públicas Estatales. Poco les importaba que uno de los grupos industriales más importantes de Extremadura, sino el que más, perdiera liquidez con la esperanza y promesa de mejorar el anteproyecto para que tuviera luz verde y así contribuir a la riqueza regional.

 

3.000 puestos de trabajo perdidos en una región a la que tanta falta hacen, y que volvemos a insistir, con una declaración negativa en tiempo y forma, cualquier empresario hubiera podido  reconducir una idea empresarial y no perder una opción de futuro.

 

Aquí no se trata de Refinería Sí o Refinería No, se trata de la forma en la que han tratado a un promotor empresarial, ¿hubiese sido igual en Cataluña, País Vasco o Madrid? lo dudamos, nuestro escaso millón de habitantes no importa lo suficiente, somos pocos votos.

 

Aún más, con el NO a la Refinería Balboa, de forma paralela se abre la posibilidad de construir una nueva refinería en Campo de Gibraltar por un empresario iraní, lo que no permitimos a un empresario autóctono, generando plusvalía y valor añadido en un país se lo permitirán a una empresa extranjera.

 

Y ahora ¿qué? ¿ Qué sentirán los promotores cuando inicien un nuevo proyecto de esta envergadura, que les dirá ahora el Ministerio, que inviertan para saber 10 años después si pueden o no pueden desarrollar un proyecto?. El tejido empresarial no puede esperar una década, ni tampoco los parados, ni una región que cada día se ha empobrecido más.

 

Extremadura debe, y con ella la Junta de Extremadura, reclamar a los Gobiernos, o a este Gobierno aunque sea en funciones, o al venidero, si es que se forma de una vez.  algún tipo de responsabilidad en este comportamiento y actitud hacía la región extremeña, pero exigirlo con criterio, fuerza y sin ambages por parte de nuestro Presidente Fernández Vara, acompañado de todos aquellos  que creen el futuro de nustra tierra extremeña pero de verdad, sin condicionantes políticos ni intereses  espurios que continuamente entorpecen el desarrollo de una forma cuanto menos vergonzosa. Dudamos que en otros lugares esperen 10 años para un sí o para un NO, y por ello nos preguntamos ¿quién reparará este daño? Nos parece que nadie, como secularmente ha venido ocurrido siempre con Extremadura. Una pena, sí, pero una vil y rastrera pena. 


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