La Diputación de Badajoz ha incidido en la «necesidad» de incorporar al canon del «oficialismo literario» la presencia cada «más numerosa y señalada» de las mujeres escritoras, «verdaderas protagonistas de la revolución cultural del siglo XX y valedoras, en el XXI, de enorme proyección en cualquiera de los distintos géneros literarios».
De este modo se ha puesto de manifiesto durante la inauguración en Hornachos (Badajoz) de la Jornada «Mujeres y Lectura», con presencia de la vicepresidenta de la diputación pacense, Virginia Borrallo, y con motivo de la conmemoración del Día del Libro.
En la jornada han tomado parte, asimismo, las escritoras Inma Chacón y Susana Martín además del poeta Daniel Casado, y la narradora oral Charo Feria.
María José Hormigo, bibliotecaria de Hornachos, ha sido la encargada de pronunciar el «Elogio de la Lectura», informa en nota de prensa la institución provincial pacense.
De igual modo, la vicepresidenta de la Diputación de Badajoz ha estado acompañada por la directora del Área de Cultura provincial, Elisa Moriano, y por la directora del Instituto de la Mujer de Extremadura, Elisa Barrientos.
El acto ha estado organizado por las áreas de Presidencia, Oficina de Igualdad y Cultura y Deportes, en atención al principio de transversalidad y para incorporar la perspectiva de género en los distintos departamentos de la institución provincial.
ELOGIO AL LIBRO
La jornada ha comenzado con un elogio al libro y la lectura a cargo de María José Hormigo, responsable de la biblioteca de Hornachos. El acto ha tenido como protagonistas a las escritoras extremeñas Inma Chacón y Susana Martín Gijón, quienes han dialogado sobre el papel de las mujeres en el ámbito de las letras.
A su vez, el escritor Daniel Casado ha impartido la charla «Lilith y las demás», donde reivindica a «importantes» figuras femeninas del mundo de las artes y la literatura.
Han participado también la actriz Charo Feria con la representación del monólogo teatral «La hermana de Shakespeare», basado en una tesis expuesta por Virginia Woolf en su ensayo «Una habitación propia».