M. Marcos se personó en las dependencias de la Policía local de Cáceres para advertir de la presencia y actitud de un perro de la raza pitbull que campaba sin control de su dueño en el parque Casa Plata. Tanto ella como quienes le acompañaban “ sufrieron” la actitud chulesca y amenazante del agente local.
M Marcos comenta – perfectamente identificada – en un escrito enviado a Redacción DEx, que el pasado día 2 abril “ al sacar a pasear a mi perra, por el parque de Casa Plata, encontré a una señora en el suelo con una perra de raza pitbull encima, pensando que era de alguna persona de alrededor me acerqué y la perra se tiró a la mía, no para jugar con ella.Una niña de unos 8 años, se lanzó a separarlas, sin pensar en su seguridad, y mi perra asustada salió a correr con la correa colgando, cruzando carretera y estando a punto de ser atropellada por un coche que pasaba.
Al parecer, y como se pudo constatar, en esos instantes la pitbull campaba libremente y sin dueño que la controlara. Ante tal situación M Marcos, junto a una pareja que también paseaba a su perro, decidieron contactar con los servicios municipales de recogida de animales sin éxito. “ Llamamos a la Policía Local, que comunicó que no podían recogerla”, asevera.
Ocurrió que “ en ese momento no podíamos acercar al animal a las instalaciones de la policía, y así que comenté el problema con una amiga, voluntaria de la Asociación Protectora de Animales de Cáceres, que se ofreció a acercarnos con el coche, a la Policía Municipal.El Refugio San Jorge, (actualmente gestor de la Perrera Municipal), contactó conmigo, informándome que por Convenio solo están obligados a recoger animales de 10 de la mañana a 10 de la noche, fuera de ese horario es la policía quien debe hacerse cargo de los animales que vaguen sueltos.”
Una vez en las dependencias municipales, ocurrió que “ un policía nos comunica que meterán a la pitbull en un chenil con otro perro, y esta amiga y yo comentamos que no es buena idea, pues, que aunque la perra es dócil con personas, es dominante y tiende a pelear con otros perros.”
En ese instante, aparece otro policía local con una actitud poco acorde a su condición ya que “ comienza a tratarnos de modo amenazante, chulesco, e incluso nos invita a abandonar las dependencias, al rogarle por la seguridad de ambos los perros.Le sugerimos a este señor hablar con la responsable del servicio de recogida, y se niega. Finalmente, deciden hacernos caso, y mantener al animal separado.”
No queda ahí lo vivido por M. Marcos ya que según comenta a DEX, “ De madrugada contacta conmigo una persona que se identifica como propietario del animal, y que muy amablemente me comenta que se le ha escapado y se deshace en disculpas por la situación ocasionada”.
Finaliza su relato esta ciudadana denunciando, con sorpresa, “ que le fuera facilitado mi móvil personal al dueño de la pitbull por la policía, (puesto que existe una Ley de protección de datos personales), y me disgusta el trato recibido por el segundo policía que nos atendió, con una actitud que en nada merecíamos, puesto que tratamos de ayudar evitando el riesgo que suponía dejar al animal en la calle “.