Lo que no fueron capaces de hacer, y legislar, los gobiernos españoles del Partido Socialista y del Partido Popular vendrá de Europa, para vergüenza de todos nosotros. Mientras nos hemos gastado miles de millones de euros en rescatar alegremente a la Banca, permitiendo incluso a determinados Bancos no hacer frente a los compromisos adquiridos de devolución de fondos de inversión, hemos dejado que se machaque sistemáticamente a las empresas y a las familias con el resultado que todos conocemos.
Hubiese bastado con la cuarta parte del rescate bancario dirigido al sector de la promoción y construcción inmobiliaria para conservar un millón de puestos de trabajo y, sobre todo, el espíritu emprendedor de tres generaciones de empresarios y empresas familiares del sector, ahora de imposible recuperación.
No se hizo. Por ejemplo: Construcciones, Obras y Ladrillos Sociedad Limitada, con un volumen de negocio de 10 millones de euros y 50 puestos de trabajo, levantada por un señor hecho a sí mismo, de profesión inicial albañil y deudas por valor de 3 millones, eso sí avaladas con bienes raíces no merecía el mismo trato que un gran Banco o una importante Caja de Ahorros, donde hemos enterrado miles de millones de euros sin beneficio social alguno. La vida de esa empresa imaginaría y los 50 puestos de trabajo al garete mientras los bancos acumulaban beneficios.
No se ha modificado sustancialmente la legislación hipotecaria, que sigue anclada en el siglo XIX, la legislación del Suelo, que sigue exigiendo la tramitación de los expedientes con los plazos y discrecionalidades de antes de la crisis y siquiera se ha legislado para impedir que con unos días de atraso en el pago de un primer recibo, hasta de telefonía, las entidades financieras puedan subirte a no se qué registros privados de morosidad de los que te ves negro para salir, aún pagando y que te ponen en el disparadero ante cualquier operación financiera a realizar.
El tribunal de Luxemburgo ha comenzado hoy con el pleito que obligará a devolver el dinero robado, no desde mayo de 2013, sino desde el principio. La primera medida viene de Europa y no pasará nada, ni va a costar dos puntos del PIB, ni ningún banco se va a arruinar por devolver todo lo injustamente cobrado con cargo a las cláusulas suelo. Tendrán que devolver a personas físicas y jurídicas, en operaciones de primera residencia y en cualquier otra, porque el concepto jurídico y financiero del abuso, consentido y admitido por la Administración Española que sólo en el ámbito judicial ha estado a la altura de las circunstancias, demostrándose que aunque lenta tenemos una buena e independiente justicia. Ni se ha legislado, ni se ha defendido a los ciudadanos y ya está en marcha la operación confusión: Qué si sólo se devuelve a los que han conseguido sentencia judicial firme, que si quito la condición pero no aplico retroactividad, que si sólo para primera residencia, que si sólo para personas físicas, confundiendo y engañando una vez más pues el concepto, el fondo de la cuestión es único con independencia de los actores y de los bienes inmuebles hipotecados.
Que no nos engañen otra vez, los Bancos no pierden nada, realizarán una ajuste en los saldos pendientes de las hipotecas, reduciendo su importe conforme a las devoluciones a realizar o disminuyendo las cuotas mensuales y también establecerán un nuevo importe de los recibos a un interés sustancialmente más bajo. Sólo en aquellos casos en los que el importe a devolver sea mayor que el resto del préstamo pendiente habrá ingreso efectivo, tras la cancelación del importe pendiente y saldando la diferencia. Poco dinero será.
Para vergüenza de los españoles, será la Unión Europea, con todas sus carencias y limitaciones la que vendrá a rescatar y aliviar a buen número de familias hispanas, demostrando que nuestras limitaciones y compromisos con la gran Banca y el entramado financiero, limitan decisivamente la voluntad política de los que dicen gobernarnos, cuando los que nos gobiernan son otros, queda claro.