El exdirector general de Acorex Juan Luis Aceitón ha reafirmado este lunes que «una de las causas de la muerte» de esta entidad fue «la lucha de poder y la lucha de sillones» que se produjo en el seno de esta organización «entre las propias cooperativas».
!["La lucha de poder y de sillones" fue la "muerte" de Acorex según un Exdirector General [Img #50708]](upload/img/periodico/img_50708.jpg)
Juan Luis Aceitón, que fue director general de Acorex entre enero de 2014 y enero de 2015, ha asegurado que en la entidad se produjo un «golpe de estado organizado» por parte de «un grupo de directivos junto con varias cooperativas», de lo cual existe «documentación fehaciente».
El exdirector general de Acorex se ha pronunciado de esta forma en su comparecencia este lunes en la reunión de la Comisión no permanente de Investigación sobre las actuaciones de la Junta de Extremadura en Acorex y Caja Rural de Extremadura, que se ha celebrado en la Asamblea de Extremadura.
En su intervención, Aceitón se ha referido a los balances de gestión de que encontró en Acorex, de los que ha aseverado que «hay datos alterados desde el año 2001 en Acorex», y ha reafirmado que «Acorex no muere en los once meses de Juan Luis Aceitón, sino que Acorex venía hundida, tocada».
«A mi llegada, Acorex ya estaba socialmente rota», ha asegurado Aceitón quien ha añadido que lo que hizo en su gestión fue «levantar la alfombra de Acorex», pero ocurrió que «el polvo» le «contaminó».
A partir de ahí, Aceitón ha aseverado que «antes de salir de Acorex» decidió «presentar unas querellas», y para que éstas no se archiven, se ha presentado como acusación particular.
LOS «ÚNICOS RESPONSABLES» SON LOS SOCIOS
Según ha considerado el exdirector general de Acorex, «los únicos responsables de la ruptura de Acorex son los propios socios» de la organización, «por no adoptar las medidas adecuadas en su momento, que son realmente los administradores de Acorex».
Aceitón ha resaltado que en los once meses que trabajó en Acorex le «queda la satisfacción de trabajar incesantemente buscando todas las alternativas posibles», tras encontrar este grupo «quebrado socialmente, con tensiones de liquidez y con unas cuentas que no reflejan» la realidad.
«Yo busqué soluciones, pero no es culpa mía que no se llevaran a efecto», entre las que ha citado las negociaciones con DCoop o la posibilidad del préstamo participativo, y ha señalado que en este tiempo, se reunió con todos los grupos parlamentarios extremeños para explicarles «con claridad la difícil situación de Acorex».





